La caída de Jorge “El fino” Palacios

Otro round para el lado de la justicia

El Presidente argentino Néstor Kirchner, desde Río Gallegos dictó el relevo de "El fino” Palacios. Curioso es que la orden emanó del Poder Ejecutivo luego de que el mismo Palacios hubiese presentado la semana pasada, en dos ocasiones, su propia renuncia. Todo empezó con una emisión del noticiero televisivo del Canal 13 porteño “Telenoche” cuando difundió una grabación telefónica entre el Comisario retirado Carlos Gallone (implicado en torturas durante la última dictadura militar) y el reducidor de autos, detenido por el caso Blumberg, Daniel Sagorsky. En esta conversación Gallone le presenta Sagosrky a un tipo digno de confianza a Palacios, jefe de la División Unidad Antiterrorista (DUIA). Palacios deberá explicar ante la justicia por qué se contactó con un desarmadero cuatro años atrás. Cabe destacar que Palacios ha tenido una estrecha intervención en las investigaciones llevadas a cabo por la Causa AMIA y hasta estuvo presente en el homenaje que la DAIA, presidida por el doctor José Hercman, le realizara a la Dirección General de Terrorismo Internacional y Delitos Complejos de la Policía Federal. También se lo solía ver -invitado por la DAIA- en los actos centrales conmemorativos del Holocausto.

Desde Río Gallegos, el presidente Néstor Kirchner ordenó la remoción del comisario Jorge “El Fino” Palacios cumpliendo con toda la cadena de mandos, de arriba hacia abajo. Una vez decidida la remoción de Palacios, Kirchner llamó al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que a su vez llamó al ministro Gustavo Beliz, quien le dio la orden al jefe de la Policía Federal, comisario general Eduardo Prados.
El jefe de Asuntos Internos de la Policía Federal, Miguel Angel Colella, siguió examinando el sumario abierto por los contactos entre el comisario Palacios y Sagorsky. Colella también analiza las relaciones entre Sagorsky y Daniel Graviña, el subcomisario de la seccional 23 también preso por orden de Sica.
Graviña sostiene que su único contacto con Sagorsky se debe a que el reducidor de autos era un informante de la policía.
Palacios también argumentaba que su única relación con Sagorsky era el tipo de contacto que, como oficial, mantiene con un informante.
Sagorsky había mantenido comunicaciones telefónicas con Palacios y Carlos Gallone, un comisario retirado con expediente en la Comisión sobre Desaparición de Personas rescatado de la Justicia por la ley de Punto Final.
Durante la dictadura Gallone operó en el grupo de tareas de la Superintendencia de Seguridad Federal, donde estuvo secuestrado el dirigente gremial Julio Piumato.
Gallone, amigo de Sagorsky, mientras estuvo en actividad fue jefe de Palacios.
La grabación de la charla telefónica entre los tres había sido difundida por el periodista Martín Pitón en Radio el Mundo. En la conversación entre Sagorsky y Palacios podía escucharse una invitación de Sagorsky: “En cualquier momento a ver si nos vemos y charlamos un poquito”. Palacios aceptaba la invitación.
La participación de oficiales de policía en el robo de autos fue la que impidió una investigación profunda del atentado contra la AMIA.

Ahora, luego de que se comprobara la relación de Palacios con la extendida banda de dobladores de coches con protección policial comandada por Alekandro Monjo desde la que salió la camioneta cuyo motor apareció como por arte de magia entre los escombros de la AMIA, el presidente Kirchner provocó una caída que aún no ha hecho todo el ruido que se espera.