Los cuatro muertos israelíes, un civil, dos soldados y un agente de la policía de fronteras prestaban servicio en esa zona cuando la mujer, la primera suicida del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), rogó que la dejasen entrar a pesar de que el detector de metales ‘silbaba’ a su paso pues llevaba una prótesis en un pie.
De la investigación israelí se desprende que la mujer «soñaba con ser una mártir», según dijo al despedirse por medio de un grabación difundida por televisión, había intentado ingresar a la zona de seguridad pero por ese motivo fue rechazada la primera vez.
El paso de Erez, por el cual pasan diariamente unos 15.000 trabajadores palestinos de Gaza hacia Israel sería reabierto mañana, viernes, informaron las autoridades.
El ministro Mofaz se comprometió ante una delegación de parlamentarios estadounidenses que, «a pesar del terrorismo, Israel seguirá comportándose humanamente, como una democracia».
Por su lado, el dirigente de Hamas, Abdel Aziz Rantisi, declaró que el brazo armado de su movimiento, los Batallones de Azedín al Kasem, continuarán la lucha contra la ocupación, y «que la banda de (Ariel) Sharón haga lo que quiera», en alusión a una posible reanudación de los «asesinatos selectivos» por parte del gobierno de Israel.
Rantisi reveló que enviados de los Estados Unidos propusieron a Hamas que cesara los ataques suicidas contra objetivos en Israel a cambio de una suspensión de esos «asesinatos selectivos», pero insistió en que los palestinos seguirán combatiendo hasta poner fin a la ocupación israelí en la franja de Gaza y Cisjordania.
Metralla mortal
A sus 21 años, Reem Saleh Al-Riyachi estaba casada y tenía dos hijos, pero su camino hacia la felicidad estaba sindicado por un deseo de sangre. En un video grabado antes de sacrificar su vida explicó que su mayor deseo siempre había sido «convertir su cuerpo en metralla mortal contra los sionistas».
El video, emitido por la cadena árabe Al Yazira, intenta justifica lo inexplicable. Entre emblemas de Hamas y con un rifle en sus manos cuenta cómo, desde que tenía 13 años, había soñado en «convertirse en una mártir» y morir por su gente.
«Mi deseo siempre ha sido convertir mi cuerpo en metralla mortal contra los sionistas y llamar a las puertas del paraíso llevando conmigo calaveras de sionistas» aseguró la joven vestida con ropas militares.
La historia de Reem Saleh Al-Riyachi comienza en el seno una familia de clase media de comerciantes y termina de forma anticipada en un puesto de control entre los territorios israelíes y la franja de Gaza, donde hizo estallar la bomba que llevaba escondida debajo de sus ropas.
Según el relato de una testigo la terrorista se acercó cojeando al puesto de control fronterizo. Antes de atravesar el detector de metales Al-Riyachi aclaró que tenía una pierna rota y que llevaba una prótesis de metal.
Los soldados fueron a buscar a una compañera para que la inspeccionara, pero cuando se acercaron a ella para pedirle que se echara hacia atrás, se produjo una gran explosión.
«Dios me ha entregado dos hijos a los que quiero muchísimo -afirma también Al-Rayachi en la cinta-. Sólo Dios sabe cuánto los amo”.
Reem Saleh Al-Riyachi vivía junto a su esposo y sus dos hijos en un vecindario de Gaza, conocido por ser uno de los baluartes de Hamas. A las puertas de su hogar su marido, ya viudo, lloraba la muerte de la mujer con la que ha compartido los últimos cinco años.
«Yo quiero ser la primera mujer palestina que lleve a cabo una operación de martirio contra los ocupantes israelíes», explica Reem Saleh Al-Riyachi en el video.
El jeque Ahmed Yasín, fundador del Movimiento de Resistencia Islámica, declaró que se produjo un nuevo avance en la estrategia de la resistencia. «Por primera vez Hamas utilizó a una combatiente femenina» y partir de ahora se «incrementarán los ataques contra el enemigo hasta que abandonen nuestra tierra y nuestra patria».
