Visita del ministro de Educación a la Casa de Ana Frank

Diputada socialista repudia los dichos de Bullrich

La diputada nacional por el Partido Socialista, Gabriela Troiano, presentó en el Congreso Nacional un proyecto de resolución para reprobar  los conceptos vertidos por Ministro de Educación y Deportes de la Nación, Esteban Bullrich, en el Casa/Museo de Anna Frank en Ámsterdam el pasado 28 de marzo, durante una visita oficial a ese país.

“Las expresiones del ministro Bullrich referidas a las causas de la muerte de Anna Frank banalizan el genocidio perpetrado por el régimen nazi y sus aliados antes y durante la Segunda Guerra Mundial”, dijo Troiano.
Según Esteban Bullrich, Anna Frank no cumplió sus sueños por culpa de “una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia”. El texto del proyecto presentado explica que desde la llegada al poder de Adolf Hitler, la “dirigencia” a la que refiere el ministro fue la que promovió la intolerancia,  el belicismo, el odio y el exterminio de los que consideraban inferiores y de los que pensaban distinto,  no el “mundo”.
La diputada socialista aseguró que “a las preocupantes declaraciones se suman la gravedad de quien las pronuncia ya que está a cargo de la Educación en nuestro país. La memoria histórica del Holocausto no puede estar en manos de banalizadores que equiparan las acciones de una tiranía bestial, supremacista y despiadada con gobiernos incapaces de producir una unión nacional, en tiempos donde la tan mentada “grieta” se utiliza para subsumir las diferencias ideologías que existen en la población argentina”.
Según la iniciativa presentada la reprobación se fundamenta, entre otras cosas, en que las Leyes de Núremberg, la Anexión de Austria, la Crisis de los Sudetes, los decretos de Noche y Niebla, y la Noche de los Cristales Rotos no son meros fracasos en la búsqueda de la unión, sino que son parte de un plan sistemático de negación y persecución al pueblo judío, a los disidentes políticos, además de un intento expansionista por parte de un Estado que generó a la postre un conflicto bélico de proporciones nunca antes vistas.
Anna Frank no murió por culpa de la desunión y la no promoción de la tolerancia, sino por las acciones de gobiernos que llevaron el odio a lo diferente a límites nunca antes vistos, incluso planteando por primera vez en la historia la necesidad de asesinar y borrar de la faz de la tierra a un pueblo utilizando los métodos más eficaces, generando una maquinaria del terror que se llevó la vida de  millones de judíos, así como de gitanos, testigos de Jehová, disidentes, homosexuales, enfermos mentales, entre otros.