Es necesario recordar que esta es una época en la cual ocurren incendios como el actual. Egipto, Líbano y Turquía sufren una cantidad todavía mayor de incendios que Israel y los Territorios, que también son vistos en Grecia, Chipre, Siria e Irak. De hecho, el gran incendio en la Galilea, en el año 2010, ocurrió en el mes de diciembre. Los vientos calientes y la falta de lluvias son algunas de las condiciones que facilitan la expansión del fuego en áreas verdes del país, como el Carmel.
Lo que de esta vez parece ser distinto, es que parte de los incendios podrían haber sido causados por terroristas, de forma intencional. Según el diario Haaretz, la policía israelí ya atrapó a 23 sospechosos, y el Ejército de Defensa de Israel (Tzahal) atrapó a otros 10, que están siendo investigados por el Servicio Secreto (dos de ellos ya fueron identificados como simples ladrones, sin relación con el incendio). De acuerdo con el mismo periódico, el Ministerio de la Seguridad Civil cree que la mitad de los incendios fueron causados por “cuestiones de fondo nacional” (en otras palabras, “terrorismo palestino”). Ningún grupo admitió la autoría de los hechos, pero habría evidencias de que hubo actividades con el objetivo de quemar a las bosques de Israel.
Por otro lado, resulta un poco raro creer en las palabras del ministro de la Seguridad Civil Guilad Erdan (Likud), de que la mitad de los incendios fueron causados por terroristas. Si este fuera el caso, estaríamos hablando de una “mega operación terrorista”, de acuerdo con la parlamentaria Zehava Galon, líder del partido opositor Meretz. Y si la inteligencia del Ejército, tan eficiente que es, no hubiera detectado una operación terrorista de esta magnitud, todo el país estaría hablando sobre esta falla gigante. En otras palabras, si fue una mega operación terrorista, ¿cómo no están todos hablando de este grave error ahora? Sería la negligencia más grande de la inteligencia (o del gobierno) desde la Guerra de Yom Kippur, lo que no es poca cosa. Todo eso nos hace creer que hubo un atentado, pero no del tamaño algunos nos quieren vender.
Sabemos que el terror reinventa sus prácticas constantemente, y no deberíamos quedarnos impresionados por una acción criminal creativa. Destruir es mucho más fácil que construir, y más aún cuando no se tiene ninguna responsabilidad. El terror debe preocuparnos, y mucho, pero no menos que las consecuencias de los actos de los terroristas. Una de ellas fue la conmemoración de grupos palestinos sobre lo que ocurre en Israel. De acuerdo con el website Wallah, el hashtag “Israel se está quemando” en árabe fue uno de los más repetidos en la internet. Rashid Alafasy, un imán de Kuwait, con más de 16 millones de seguidores, ironizó el drama con un “buena suerte en el incendio”, al lado de una carita sonriendo.
Pero las reacciones negativas no vienen solamente del lado árabe. Naftali Bennett (HaBait HaYehudi), el ministro de Educación de Israel, publicó en su perfil de Facebook que: “Solamente a quien no le pertenece la tierra puede quemarla”, claramente refiriéndose a los árabes, a los cuales Bennett ya se ha cansado de repetir que no tienen derecho a la Tierra de Israel. Más allá del pésimo momento para hacer política y discurso de incitación al odio, Bennett también fue incoherente: un activista de izquierda hizo una compilación de noticias que reportaban colonos israelíes que pusieron fuego en campos pertenecientes a palestinos. Listo: el terror se transformó en una pelea política.
Lamentable por lamentable, es siempre mejor una mirada positiva hacia lo que está pasando: la Autoridad Palestina, tal cual lo hizo en 2010 en el incendio en la Galilea, envió ocho unidades de bomberos para ayudar a apagar el fuego. Más de otros 10 países también enviaron aviones, bomberos y todo tipo de equipo para ayudar a controlar el incendio (lo que está funcionando en algunas regiones). El movimiento kibutziano, como siempre, abre las puertas para que todos los desamparados se exilien en los kibutzim de todo el país. Ciudadanos israelíes, árabes, incluso, hacen lo mismo. Hay un fuerte sentimiento de solidaridad nacional para ayudar a los más afectados en este momento tan difícil.
Israel, en sus situaciones más difíciles, siempre muestra tener un pueblo solidario, y esta lección es mucho más importante que diseminar el odio y hacer política con la tragedia. Yo me quedo con lo mejor que pasa en estas horas: la ayuda entre hermanos en una situación difícil como ésta. Es en las tragedias que me enorgullezco del país que en que elegí vivir, a pesar de los que intentan destruir esta solidaridad.
* Sheliaj central de las tnuot Hejalutz Lamerjav y Etz Jaim.
