En una entrevista exclusiva para la Agencia Judía de Noticias, realizada en los primeros días del año en que se cumplen dos décadas del atentado a la mutual judía, Aviran se despachó con la inesperada revelación acerca de una supuesta respuesta israelí a los responsables del segundo ataque terrorista en Argentina adjudicado a Irán y Hezbollah, luego del perpetrado contra la propia legación de su país, el 17 de marzo de 1992.
El diplomático también fue muy duro con el actual canciller argentino, Héctor Timerman, a quien le endilgó hacer “cosas antiisraelíes y antijudías”, sobre todo en relación al Memorándum de Entendimiento con Irán, al cual calificó de “una farsa”.
Luego de las polémicas afirmaciones de su ex embajador, Israel calificó rápidamente como «pura fantasía» que sus servicios secretos hayan eliminado a la mayoría de los autores del ataque a la AMIA. «Las declaraciones del ex embajador Aviran, jubilado desde hace aproximadamente quince años, están completamente desconectadas de la realidad», expresó el Ministerio de Exteriores del Estado hebreo mediante un comunicado, que de acuerdo al vocero de la cancillería israelí, Yigal Palmor, fue autorizado personalmente por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
De esta manera, la diplomacia israelí salió al paso de las críticas del canciller argentino Héctor Timmerman, quien por su parte sostuvo que: «De las declaraciones de Avirán se deducen las razones por las que Israel se ha opuesto al Memorándum de entendimiento».
Asimismo, Timerman afirmó que las declaraciones del ex embajador Avirán «son de una extrema gravedad» porque demuestran que se «ocultó la información a la Justicia argentina, impidiendo que surjan nuevas evidencias al esclarecimiento del caso».
El canciller también advirtió que el ex embajador israelí debería indicar si, a su entender, «el Estado de Israel tiene información sobre la culpabilidad o inocencia de los actuales sospechosos del atentado por los cuales nuestro país ha solicitado sean extraditados o que sean indagados en Irán».
Por último, Timerman reafirmó que «la Argentina reitera que apoya en forma decidida la lucha contra el terrorismo internacional dentro del respeto a las leyes y a los derechos humanos y rechaza de manera categórica la posibilidad que un país decida condenar, y mucho menos asesinar, a cualquier persona sin un juicio previo que demuestre su culpabilidad. La Argentina, como todos los países civilizados, busca Justicia y rechaza la venganza».
En tanto, el fiscal Alberto Nisman, a cargo de la investigación del atentado ocurrido en 1994, confirmó que realizó todos los trámites y se encuentra «listo para ser enviado a Israel» un exhorto para que el ex diplomático preste declaración testimonial, a fin de dar detalles sobre sus revelaciones. «Por la experiencia que tengo, dudo mucho de que se tenga esta información. Puedo dudar de que sea cierto todo lo que ha dicho Avirán», expresó ayer en declaraciones a Radio 10.
Por su parte, la DAIA le quitó “trascendencia” a las afirmaciones de Avirán y reafirmó su posición con respecto al Memorándum. El vicepresidente 1º de la entidad, Waldo Wolff, afirmó en que no le darán “mayor trascendencia a un ex diplomático retirado que hizo declaraciones extra oficiales”, y puntualizó que no aprueba el Memorándum de Entendimiento, no por los motivos que tenga Israel, sino porque “la justicia argentina señala a Irán como el único responsable” y se aferran “a la línea de la fiscalía para declararlo inconstitucional”.
Cabe consignar que durante su desempeño como embajador de Israel en Argentina, Itzhak Aviran fue objeto de sendas investigaciones por parte de la Cámara de Diputados de la Nación, pedido que firmaron oportunamente Nilda Garré y Darío Alessandro; así como de la propia cancillería israelí, que al menos en dos oportunidades envió comisiones a examinar los negociados que se realizaban desde la delegación diplomática. Entre los casos de corrupción en los que se vio involucrado, se destacan los ATN por unos 17 millones de dólares y los pagos a Osvaldo Schvartzer, ex vicepresidente de AMIA y ex presidente de la Universidad Ben Gurion en Argentina.
