Varias alfombras, muebles y libros sagrados fueron arrasados por las llamas, mientras que en las paredes de la mezquita se podían leer pintadas en hebreo: «venganza» o «política de precio» (tag mejir, represalia) que hacen referencia al accionar de grupos extremistas de colonos que atacan a palestinos en Cisjordania en respuesta a los ataques terroristas contra judíos o desmantelamientos forzosos de asentamientos ilegales por parte de Tzáhal.
También pintaron la palabra «Palmer», seguramente en alución a Asher Palmer quien fue asesinado junto a su hijito, al estrellarse el auto en el que viajaban, cuando terroristas palestinos les arrojaron piedras cerca de Kiriat Arba, el pasado 23 de septiembre.
Varios líderes israelíes condenaron el ataque contra la mezquita, ya que esta violencia podría provocar un quiebre en las relaciones entre los judíos y la minoría árabe de Israel.
Pero en el día de ayer, un grupo de jóvenes de la aldea beduina antes mencionada, bloquearon con rocas la ruta, quemaron neumáticos y arrojaron piedras a la policía. Además incendiaron las instalaciones del consejo local y el centro médico.
La policía de la zona sigue en alerta, ya que teme que árabes israelíes intenten vengar los ataques con nuevas agresiones y que extremistas judíos intenten cometer hechos de violencia en las ciudades de población mixta árabe – judía.