Cabe destacar que en esta oportunidad, los árabes israelíes participaron de la convocatoria, por primera vez y de forma muy tranquila en las ciudades de Sajnin, Taibe y Um al-Fahem.
Por el momento el primer ministro Benjamín Netanyahu se niega a reunirse con los indignados, aunque sí lo hicieron delegados de la comisión de ministros, observadores y expertos para negociar con sus representantes.
En la reunión de Gabinete, Netanyahu dejó muy en claro que las soluciones de la crisis de vivienda no deben poner en bancarrota al país y dijo: “Si nos enfrentamos a un colapso económico no resolveremos los problemas”. Además advirtió del peligro de llegar a la crítica situación en la que se encuentran algunos países de Europa.
En ese mismo encuentro, le solicitó al argentino Manuel Trajtenberg, quien encabeza el comité de ministros, que entregue soluciones concretas en el mes de septiembre y agregó: “Estamos tratando con temas complejos. Tenemos intenciones de llegar a soluciones concretas, no generalizaciones, de problemas concretos para reducir el costo de vida y cerrar los huecos del Estado de Israel, que incluyen aquellos entre la periferia y el centro”.