“Ambos regímenes laicos, tanto el egipcio como el libio, están siendo cuestionados y existe el peligro que se origine una islamización mayor”, advirtió el histórico dirigente de la izquierda y de Meretz, añadiendo que Israel debe “aprender de lo que ocurrió en Gaza, donde cada vez que había una perspectiva de paz, la influencia del Hamás se reducía pero cuando no se generaba un diálogo, su influencia aumentaba y la existencia de los gobiernos laicos y moderados entraban en peligro”.“No se puede dar una profecía exacta de lo que va a suceder en los próximos días” explicó. El pueblo Egipcio estuvo focalizado en un principio, en un solo objetivo: “la renuncia de Mubarak, encausados por un sentimiento de profundo dolor social y la sensación de falta de libertad. Pero luego aparecieron los slogan viejos de salvar la mezquita de Jerusalén, incitados por un fundamentalismo islámico”.
El también ex miembro de la Knesset comentó que percibe tres posibilidades para el desenlace de la situación en Egipto. Por un lado el fortalecimiento del ejército con un Consejo Supremo Militar que asuma el control del país. Una segunda posibilidad donde la Hermandad Musulmana crezca y se fortalezca y termine ejerciendo el poder en el Gobierno, generando un mayor grado de tensión en la región; y una tercera posibilidad donde el espíritu liberal que surgió durante las primeros días de la revuelta se fortalezca y se origine un proceso laico y democrático. “No me gusta apostar pero hay posibilidad que el ejercito se fortalezca y se posterguen las elecciones”, sentenció.
En relación a las políticas actuales del Estado de Israel frente a la actual situación en Medio Oriente, Tsabán afirmó que “se debe apoyar todo proceso democrático emergente dentro de la región ya que es improbable un proceso de paz si no se genera previamente un proceso democrático”.
A su vez, llamó a poner el ojo también sobre la democracia al interior de Israel, y en tal sentido cuestionó la promulgación durante el mes de febrero de una ley que penaliza a las ONG que reciben dinero para fines que pueden ser considerados hostiles al gobierno. “Estos procesos atentan contra la libertad de expresión y el proceso democrático. La democracia no son sólo elecciones, sino que se tienen que integrar los derechos humanos, procesos pluralistas y la paz que motorice la democracia”, aseguró para concluir.
