Tres hechos que hacen crecer la tensión en Medio Oriente

La violencia continua

La tensión en el Medio Oriente volvió a subir de tono en las últimas horas producto de tres hechos muy concretos: el atentado suicida del sábado 4 de octubre -en Haifa- que costara la vida a 20 personas, el bombardeo de un campo de refugiados a 15 kilómetros de Damasco -Siria-, y el bombardeo de artillería y los disparos con armas ligeras israelíes contra El Líbano, ocurrido el pasado lunes 6.

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, advirtió que su país está preparado para «golpear a sus enemigos en cualquier lugar, en cualquier momento y de cualquier forma».
«Israel no será disuadido para que no defienda a sus ciudadanos y golpeará a sus enemigos en cualquier lugar y en cualquier momento», declaró Sharón en un acto de conmemoración del 30º aniversario de la guerra del Iom Kipur.
“Al mismo tiempo, concluyó, no omitiremos ninguna oportunidad para alcanzar un acuerdo de paz con nuestros vecinos».
Los ataques a Siria y El Líbano fueron posteriores a que una mujer palestina se inmolara en un restaurante de Haifa, hecho en el que perecieron 20 israelíes luego de varios días de relativa calma fronteras adentro del Estado judío.

Guerra preventiva

La Fuerza Aérea israelí seguirá atacando objetivos de la resistencia palestina en territorio sirio, si su Gobierno pasa por alto el mensaje del bombardeo del domingo pasado a una supuesta base de la Yihad Islámica.
Así lo han advertido fuentes políticas y militares citadas por la radio pública israelí, en medio de una creciente tensión en la frontera con El Líbano, donde murió un soldado israelí en un ataque armado terrorista en la zona fronteriza de Metula.

‘Frente del rechazo’

Según Israel, Siria, que controla buena parte del territorio libanés, desde el cual operan los guerrilleros de Hizbolá, es la sede de varias organizaciones, y por su territorios reciben armas de Irán.
La Fuerza Aérea israelí atacó esa supuesta base de adiestramiento para militantes islámicos y de otras facciones de la resistencia palestina tras el atentado de una suicida palestina que el sábado pasado causara 20 muertos, entre ellos cuatro niños, al activar una carga de explosivos en un restaurante árabe-israelí de Haifa.
Las autoridades sirias, que prohibían las visitas a esa supuesta «base de entrenamiento de terroristas», según Israel, afirman que se trata de un campo de refugiados palestinos.
Otras fuentes indican que el lugar está deshabitado desde hace un año, lo que explicaría que no se hubiera informado de víctimas.
El ministro de Vivienda israelí, Efi Eitam, líder del Partido Nacional Religioso, del sector ultranacionalista en la coalición del Gobierno de Sharon, calificó el ataque en Siria de «carente de sentido» y de «desviar la atención de la opinión pública» de «lo más importante, esto es, eliminar a la banda de Yasser Arafat».
«Ese ataque en Siria no dará una respuesta al terrorismo», ha dicho el diputado y general en la reserva Matán Vilnaí, del Partido Laborista en la oposición. «Es sólo una advertencia al Gobierno sirio y no sé si ello vale la actual tensión en la frontera libanesa», ha agregado Vilnaí.

El Líbano

El termómetro de la tensión subió varios grados más cuando el Ejército israelí bombardeó las proximidades de un pueblo libanés. “Los israelíes dispararon al aire en dirección de varios vehículos libaneses en la carretera entre Kfar Kila y Adayseh con la excusa de que les habían disparado desde El Líbano”, manifestó un funcionario libanés que negó que nadie hubiera efectuado disparado contra Israel. La ofensiva hebrea afectó a dos coches y varias casas, que fueron alcanzados por los disparos, y también a un camión cisterna de las naciones Unidas que transportaba agua.
En medios diplomáticos se especula con que Israel esté provocando a Hezbolá para desatar un ataque de gran envergadura contra El Líbano y Siria.

Reglas de juego

La organización chiíta libanesa Hezbolá advirtió que el ataque contra Siria rompe las reglas de juego.
“La agresión sionista contra Siria es una violación que sobrepasa todas la línea roja y todas las reglas que rigen este conflicto desde hace 30 años”, dijo el movimiento en un comunicado.
Por su parte, Abu Ala, que el domingo fuera, finalmente, nombrado primer ministro palestino por Yasser Arafat, declaró que su principal objetivo es alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Sharón, si bien añadió que no tiene intención de enfrentarse a las milicias radicales, como desean Israel y Estados Unidos.
“No habrá confrontación, no vamos a encaminarnos hacia una guerra civil, porque no es nuestro interés ni de nuestro pueblo o beneficio del proceso de paz”, manifestó.

Arafat

Mientras tanto, Arafat continúa encerrado en la Mukata, su residencia de Ramallah donde vive asediado desde diciembre de 2001. Sobre él pesa una amenaza de deportación, que en septiembre aprobó el Gobierno de Sharón, que se podría ejecutar en cualquier momento.
A la Mukata acuden a diario grupos de personas para expresar su apoyo al presidente palestino. Allí permanece un grupo de pacifistas israelíes encabezado por Uri Avneri. En este centro de decisiones hay más de 100 palestinos que están dispuestos a enfrentarse a los israelíes en el caso de que el Ejército pretendiera entrar en el complejo.

Mubarak

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, advirtió a Israel de que si expulsa a Yasser Arafat no encontrará más a ningún interlocutor para hacer la paz. “Espero que las amenazas no sean serias. Si Israel expulsa o asesina a los principales dirigentes de la Autoridad Palestina, ¿con quién podrá negociar?”, se preguntó Mubarak, en una entrevista concedida a la revista de las Fuerzas Armadas egipcias, con motivo del 30º aniversario de la guerra árabe-israelí de 1973.
“Los actos ilegales e inmorales sólo llevarán a la extensión de la violencia y de la desesperación”, advirtió. Mubarak recordó a Israel “su invasión del Líbano en 1982, cuando dijo que su objetivo era matar a Arafat y destruir la infraestructura de la Organización de Liberación de Palestina. Pero no ha logrado ninguno de estos objetivos y ha tenido que retirarse de Líbano”, finalizó el Presidente egipcio.