Diálogo

Luis Grynwald: “Bajo mi conducción, las decisiones fueron de los Directivos”

El Sr. Luis Grynwald (el más reciente ex Presidente de la AMIA), nos envió sus reflexiones sobre la entidad central de nuestra Comunidad, que aquí transcribimos.

Activistas y profesionales
En lo que hace al período de mi gestión, puedo aseverar con toda seguridad que la decisión fue exclusivamente de la Comisión Directiva. Bajo mi conducción, las decisiones fueron de los Directivos en todos los casos. Lo cual no quiere decir que no se haya consultado con el staff profesional de la Casa. Siempre se tuvieron en cuenta los análisis y apreciaciones del personal rentado, ya que los mismos cuentan con una invalorable experiencia en los distintos terrenos que aborda la institución. Pero reitero: las decisiones finales en todos los casos fueron de la conducción política de la kehilá.

El cambio que viene
Son altamente elogiables los valores que siempre guiaron las conducciones de la Amia, como así también debemos reconocer que hay caminos nuevos que hay que recorrer. Una cosa no es antagónica de la otra.  La comunidad judía de la Argentina y la sociedad toda, no son hoy las mismas que las que vivieron nuestros padres y abuelos. Entonces, por qué no pensar que el estándar de calidad es algo que optimiza los servicios que se brindan; por qué no pensar asimismo que las organizaciones no gubernamentales también brindan un servicio en el cual la azkanut es un valor insuperable.
En este aspecto, contamos con una gran cantidad de ejemplos en la comunidad y también fuera de ella, donde vemos el éxito que han logrado optimizando su oferta a la comunidad en base a nuevos paradigmas que no conocieron nuestros padres y abuelos. Ni todo lo antiguo es malo, ni todo lo nuevo es bueno. Por ello, no deja de ser un interesante desafío el poder abordar la problemática de nuestra kehilá con una mirada retrospectiva con respecto a valores inalterables; y, al mismo tiempo, incorporar nuevos objetivos que son altamente valorables. Lo peor que nos puede pasar como comunidad es quedar atrapados en rígidos esquemas, algunos ya perimidos. 

Una sola Kehilá
La comunidad judía es una sola y no veo en el horizonte varias Amia.  Lo que sí puedo vislumbrar es que la Amia tenga una opción valedera para el judío ortodoxo, el conservador, el reformista o el laico, donde cada uno siente y manifiesta el judaísmo a su manera; y es obligación que la entidad madre de la comunidad cobije a todas las expresiones. Ninguna de ellas tiene que coartar a la otra, y todas tienen que ocupar su espacio.