Aparecido en ‘Inforegión’ – el 18 de septiembre de 2006-:

Cristina Kirchner pidió que los poderosos acepten «la diversidad»

La senadora Cristina Fernández, que integra la comitiva oficial en Nueva York, disertó ante estudiantes de la Universidad de Columbia. En su exposición, la Primera Dama señaló la Argentina espera “hacer un aporte humilde” para que los países poderosos entiendan que “el liderazgo debe ejercerse aceptando la diversidad”.

La senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner dijo, el pasado 18 de septiembre en Nueva York, que Argentina espera poder hacer «un aporte humilde» para que los países poderosos entiendan «que es posible progresar con otras recetas, con otras ideas». La legisladora hizo referencia, sin nombrarlo, a los Estados Unidos al destacar la importancia de que los países poderosos asuman que «el liderazgo debe ejercerse en forma responsable, esto es, aceptando la diversidad y la multilateralidad». Fernández disertó, la tarde del lunes 18, durante una hora en la Universidad de Columbia, en el norte de Manhatan. En la oportunidad, cuestionó duramente a los organismos multilaterales de crédito y se mostró sorprendida por el hecho de que «sigan manteniendo sus mismas estructuras burocráticas» e incluso señaló que si se tratara de una empresa privada «ya los hubieran despedido a todos». Por otro lado, afirmó que al gobierno lo tiene «muy sin cuidado» que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tilde de populistas a «políticas soberanas» e ironizó al afirmar que «ni la inversión ni el crecimiento económico parece que lo han escuchado, afortunadamente». Al hacer referencia a la cancelación de la deuda con el FMI, consideró esa medida como uno de los puntos de inflexión generados por las políticas aplicadas por el gobierno de Néstor Kirchner y sostuvo que con esa medida Argentina «adquiere un grado razonable de autonomía». Dijo que la Argentina dio ese paso luego de haber estado sometida «a un control que algunos decían que era vejatorio, que en algunos sentidos sí lo era, pero que fundamentalmente afectaba la racionalidad nacional». De hecho, agregó, «pretendían que se volvieran a aplicar las mismas políticas y nosotros, no desde la ideología sino desde la verificación trágica de su inviabilidad, la negábamos». Fernández señaló como otro punto de inflexión de la gestión Kirchner la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y destacó que el actual «fue el único gobierno que no aumentó el número de integrantes de la Corte Suprema».