Qana:

56 personas muertas en un duro ataque israelí

Al menos 56 personas murieron -el pasado 30 de julio- en un ataque aéreo perpetrado por la aviación israelí en la localidad de Qana -la bíblica Caná, donde Jesús realizó su primer milagro-, en el sur de El Líbano. Las autoridades israelíes responsabilizan del ataque al Hezbollah por esconderse entre civiles y a los vecinos por no haber abandonado sus hogares tras los anuncios previos.

Se trata de la peor matanza desde que comenzó la ofensiva israelí contra Hezbollah, que se está cargando vidas e infraestructuras civiles en El Líbano.
El Ejército israelí justificó el ataque alegando que desde Qana se han lanzado numerosos cohetes contra su territorio. Hezbollah aseguró que «la carnicería de Qana no quedará sin respuesta».
Como consecuencia de la matanza, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, reclamó al Secretario General de la ONU, Kofi Annan, la celebración de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para negociar «un alto el fuego inmediato e incondicional» y «una investigación internacional sobre las masacres israelíes en El Líbano».
Los aviones israelíes bombardearon Qana -en las colinas situadas al este de la ciudad portuaria de Tiro- hacia la una de la madrugada hora israelí, y destruyeron varias viviendas ocupadas por vecinos de la localidad que estaban durmiendo.
Un edificio de tres plantas fue alcanzado directamente donde, según fuentes oficiales de defensa civil, fallecieron más de 50 civiles que se habían refugiado en ese edificio.
Tras conocerse la tragedia, medio millar de personas asaltaron la sede de la ONU en Beirut y quemaron banderas estadounidenses y de Naciones Unidas. Los manifestantes pudieron superar la barrera policial, forzar las ventanas y entrar en el edificio, mientras cantaban lemas contra Israel y Estados Unidos y acusaban a los Gobiernos árabes de no hacer lo suficiente para detener los ataques israelíes.

Versiones

Inmediatamente después del ataque, las autoridades israelíes aseguraron que el objetivo era meramente militar y que las muertes de civiles deben atribuirse a Hezbollah. El Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró que desde Qana y sus alrededores «se han disparado cientos de Katiushas hacia las ciudades israelíes de Kiriat Shmona y Afula».
El Ejército israelí aseguró que «la aviación israelí atacó lanzaderas de misiles en la zona de Qana, desde la que se han disparado cientos de misiles contra las ciudades de Naharía y las municipalidades del oeste de Galilea», y añadió que la responsabilidad de la muerte de civiles en los ataques israelíes recae en Hezbollah, que ha convertido los centros de residencia libaneses en un «frente de guerra mediante el disparo de misiles desde zonas habitadas por civiles».

Repercusiones

El Gobierno argentino expresó “su profunda consternación por el ataque ocurrido en la localidad de Qana en el sur del Líbano, como consecuencia del cual murieran más de 50 civiles inocentes, la mayoría de ellos niños”.
“El pueblo y Gobierno argentinos transmiten sus sentidas condolencias al pueblo y Gobierno del Líbano por la trágica muerte de estos civiles inocentes.
La Argentina está sumamente preocupada por las consecuencias humanitarias de los actuales enfrentamientos y una vez más vuelve a realizar un llamado para el cese inmediato de las hostilidades o para la declaración de una tregua humanitaria, tal como lo viene reclamando la gran mayoría de la comunidad internacional desde que este conflicto se iniciara”.
“El Gobierno argentino reitera su llamado a las partes para que respeten plenamente sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional humanitario y tomen todos los recaudos para la protección de la población civil.”

La secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condolezza Rice, expresó ante la prensa, en Jerusalem, su «profunda tristeza por la terrible pérdida de vidas inocentes. Todos reconocemos que esta forma de hacer la guerra es extremadamente difícil», prosiguió, en referencia a los ataques contra civiles. «Queremos un alto el fuego lo antes posible», agregó.

La Comisión Europea calificó la matanza de «horrible. Siempre es un horror que se vean involucrados civiles, en particular mujeres y niños», declaró su portavoz, Katharina von Schnurbein.

También el Papa Benedicto XVI pidió un alto el fuego «inmediato». «En nombre de Dios, pido a todos los responsables de esta espiral de violencia que depongan sus armas», afirmó en su residencia de verano de Castel Gandolfo, en las afueras de Roma.

En Washington, el Presidente estadounidense, George W. Bush, reafirmó que Israel «tiene derecho a defenderse» como «cualquier país», que «debe defenderse de ataques terroristas y de matanzas de vidas inocentes».

Por su parte, la UE aseguró -en comunicados del Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, y de la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner- que el ataque de Qana no tiene justificación, menos aun cuando la comunidad internacional trabaja para hallar una solución a la crisis, y reclamó el cese de la violencia y las hostilidades.

La ministra británica de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, declaró que el ataque es una tragedia y un paso atrás en los intentos de conseguir un acuerdo de paz. «Hemos pedido reiteradamente a los israelíes que actúen de forma proporcionada», declaró la ministra.

El presidente francés, Jacques Chirac, declaró que «Francia condena esta acción injustificable, que demuestra más que nunca la necesidad de avanzar hacia un alto el fuego inmediato, sin el cual este tipo de dramas sólo puede repetirse».

Asimismo, el representante especial en El Líbano de Kofi Annan, Geir Pedersen, reclamó una «inmediata investigación sobre este incidente» y añadió que esta tragedia «demuestra la urgencia de que todas las partes escuchen los reiterados llamamientos de Naciones Unidas para un cese inmediato de las hostilidades».

Consejo de Seguridad

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos adoptó una declaración en la que manifiesta su «extrema conmoción y dolor» por la muerte de civiles en la localidad libanesa de Qana como consecuencia de un ataque aéreo israelí, pero no condena el ataque.
El texto fue aprobado a última hora del domingo 30 de julio por unanimidad de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante una reunión de urgencia.
El texto «deplora fuertemente la pérdida de vidas inocentes y el asesinato de civiles en el actual conflicto». El secretario general de la ONU, Kofi Annan, había reclamado horas antes al Consejo de Seguridad una «condena en los términos más enérgicos» al ataque perpetrado por el Ejército israelí en Qana.
«El Consejo de Seguridad manifiesta su extrema conmoción y dolor por el bombardeo por parte de las Fuerzas de la Defensa israelí de un edificio residencial en Qana, en el sur de El Líbano, que causó la muerte de decenas de civiles, la mayoría niños, y ha dejado heridos a otros muchos», comienza la declaración. Las discusiones en el seno del Consejo en relación al lenguaje utilizado continuaban después de que el texto fuera adoptado.
“El Consejo de Seguridad expresa su preocupación por la amenaza de un aumento de la violencia con aún más graves consecuencias para la situación humanitaria, insta al fin de la violencia, y subraya la urgencia de la obtención de un alto el fuego duradero, permanente y sostenible», continúa el texto. Asimismo, la declaración pide al Consejo de Seguridad que «trabaje sin más demora para adoptar una resolución para alcanzar un acuerdo duradero».
El embajador de los Estaods Unidos ante Naciones Unidas, John Bolton, se declaró «satisfecho» con el tono de la declaración, alegando que su propósito no era condenar el bombardeo. «Es la pérdida de vidas civiles lo que lamentamos. Si se trató de un accidente es obviamente algo que será investigado», agregó.
El representante de El Líbano ante las Naciones Unidas, Nouhad Mahmoud, expresó su disgusto y su frustración por la inoperancia del Consejo, ya que todavía no se había pronunciado, pese a que las hostilidades se iniciaron 18 días atrás.
Mahmoud manifestó su disconformidad con la declaración y consideró inadecuado el anuncio de Israel por el que suspende los ataques aéreos en el sur del país durante 48 horas.
«Sé que en el fondo, en lo más profundo de sus corazones, el Consejo sabe que Israel está cometiendo atrocidades a una escala que no se puede tolerar», resaltó Mahmoud.
Por su parte, el embajador sirio, Bashar Jaafari, indicó que Estados Unidos no puede justificar por más tiempo su apoyo a las acciones militares de Israel en El Líbano.

Venganza

Hezbollah, por su parte, anunció a través de su cadena de televisión ‘Al-Manar’, que «la carnicería de Qana no quedará sin respuesta», y un diputado libanés de Hezbollah, Hasan Fadlalá, advirtió de que la «nueva masacre» perpetrada «aumentará la determinación del pueblo libanés para aguantar la agresión israelí e incrementará la determinación de la resistencia para enfrentarse al enemigo».

Repercusiones en la prensa argentina

Las tapas de los medios argentinos sintetizan con imágenes el resultado del bombardeo israelí sobre el edificio en Qana.
Los análisis sobre los 60 muertos, 37 de ellos niños y 15 personas discapacitadas, giran alrededor del alto al fuego israelí, anunciado por Estados Unidos; la advertencia de los grupos islámicos (“Esta masacre no quedará impune”); las amenazas en Irán de “Los guardianes de la revolución”, contra Israel y Estados Unidos, las condenas de la ONU y del Papa y el mensaje del Gobierno argentino.

La Nación, señala que como reacción directa al ataque de ayer “Ahora en Beirut todos se alinean con Hezbollah”. En la misma línea editorial, aparece Henri Mamarbachi (agencia AP), titulado “Beirut endurece su postura”. Y Jana Beris desde Israel sentencia que el gobierno judío denuncia que Hezbollah usa a civiles de escudos humanos.
Para Clarín, Marcelo Cantelmi sostiene, desde Jerusalem, que una de las consecuencias de los ataques israelíes en El Líbano es la unión de los árabes bajo una bandera común; y María Laura Avignolo (desde Beirut) comenta que “Ahora se espera la venganza de Hezbollah. Nadie descarta que sea un ataque a Tel Aviv”.