Uruguay

El Frente en movimiento

Las elecciones del Frente Amplio en el Uruguay, que se realizaron entre el 5 y el 12 de diciembre, han exhibido una vez más el poder de movilización de la primera fuerza política del país e inician un nuevo capítulo en el panorama político.
Por Ariel Bank

Es domingo 5 de diciembre y la mañana amanece en las calles del Uruguay con locales con mucho movimiento. Autoridades de mesa, votantes preguntando a las autoridades si están en el padrón, colas para ingresar al cuarto secreto y emitir el voto. Esta podría ser una crónica de unas elecciones generales;  sin embargo estamos haciendo una descripción de hechos sucedidos durante las elecciones internas del Frente Amplio. La principal fuerza política del Uruguay y una de las fuerzas de izquierda más sólidas de América Latina hace de las elecciones internas, una demostración de fuerza. Pero para comprender más al respecto, empecemos por entender por qué es tan importante esta elección.

El Frente Amplio realizó sus elecciones en clave de renovación de sus liderazgos. El Tridente Tabaré – Mujica – Astori, que desde la década del ’90 daba la línea en la izquierda, ya no está más y la actualidad exhibe a un gobierno con un claro liderazgo de su presidente frente a una oposición que hasta ahora actuaba más por impulso de las fuerzas sociales que de la decisión de la fuerza política. Al mismo tiempo, es importante destacar que es un contexto nuevo para el Uruguay pues es la primera vez que la izquierda es oposición después de haber gobernado el país durante 15 años y eso lleva a la necesidad de reorganizar la fuerza política en este nuevo contexto. Este es el reto ante el cual se enfrentaron los candidatos a la presidencia.

Los aspirantes a liderar el Frente Amplio eran Fernando Pereira, Gonzalo Civila e Ivonne Passada. El primero es el ex presidente de la central obrera PIT-CNT e integrante de la Vertiente Artiguista (sector político afín al ex Intendente de Montevideo Mariano Arana). Nacido en 1966, su trayectoria sindical ha sido el espacio donde logró desplegar sus destrezas políticas. Su capacidad para liderar una organización con una gran interna entre los diferentes sectores políticos ha servido para mostrar su pericia para lograr equilibrios internos. También ha sido la cara visible por la campaña para impulsar un referéndum contra la Ley de Urgente Consideración. El éxito para conseguir las firmas necesarias para desafiar al gobierno en esta ley central en gran parte se debe al rol del ex presidente de la organización obrera. Fue apoyado por los sectores más importantes del FA (Movimiento de Participación Popular del Pepe Mujica, Partido Comunista de Uruguay, Convocatoria Seregnista donde confluyen figuras como Danilo Astori y Mario Bergara y la Vertiente Artiguista).  Incluso hubo un fuerte apoyo del actual Intendente de Canelones, Yamandú Orsi.

Otro de los aspirantes era Gonzalo Civila, actual Secretario General del Partido Socialista del Uruguay. Este profesor de 37 años es desde hace algunos años el líder del partido decano de la izquierda uruguaya. De gran vínculo con Axel Kicillof y con simpatías notorias hacia Pablo Iglesias, ha llevado al partido a posiciones más radicalizadas, al mismo tiempo que su organización ha sufrido masivas renuncias de dirigentes y militantes así como una gran pérdida de votos en las elecciones. Varios ex dirigentes y militantes históricos del partido han realizado campaña en estas elecciones para el ex líder sindical.  Su mayor apoyo recae en la figura de Carolina Cosse, actual Intendenta de Montevideo y en una constelación de sectores políticos minoritarios.

La tercera candidata fue Ivonne Passada, parlamentaria que se lanzó como un intento de que la discusión política no esté centrada solo en hombres y poner sobre la agenda la necesidad de una mayor participación femenina en la fuerza. Su postulación fue la que menos apoyos políticos recogió, solo consiguiendo la del actual Intendente de Salto, Andrés Lima.

Pero esta no fue solo una elección a presidente de la fuerza política, sino de autoridades, por lo cual se escogían delegados al Plenario, el órgano de deliberativo del FA. En el mismo se encuentran representados los partidos integrantes del Frente y los delegados de las bases. Estas bases se conforman de la militancia en los Comités de Base (la organización de base de los militantes del FA). Es importante recordar que en el Frente existen personas que militan porque son integrantes de algunos de los partidos que la conforman y otros que son integrantes por su afinidad con la coalición. Esta situación ha otorgado al FA la calidad de coalición y movimiento al mismo tiempo. El Comité de Base es el organismo donde conviven los distintos sectores del FA y los frenteamplistas independientes. Gran parte de la unidad de la izquierda se construye alrededor de este organismo.

Otra cuestión a tener en cuenta es la extensión de la estructura del FA, que comprende no solo a todo el Uruguay sino que incluye varios países del exterior. Argentina, Brasil, España, México, Suecia, Australia y Canadá son algunos de los países donde el Frente Amplio tiene militantes y para cada una de estas naciones también se prepara la elección. Incluso existe la figura del Delegado Regional que representa a los frenteamplistas de las distintas regiones del exterior ante el Plenario. El país donde el FA posee mayor influencia en el exterior es la Argentina, donde su organización ha demostrado capacidad para convocar a los uruguayos residentes en el país a votar en las elecciones generales. El concepto del “Voto Buquebus” tuvo que ver con la acción de los frenteamplistas en Argentina y fue acuñado cuando Tabaré ganó la primera elección en primera vuelta y donde los votos de la Argentina tuvieron un peso decisivo para evitar el Ballotage. La elección en Argentina y en Madrid que se hicieron una semana después que en el Uruguay, hizo que el escrutinio demorara varios días en comenzar.

Nuevas relaciones de fuerza en el Frente

Los resultados son un fiel reflejo del nuevo equilibrio de fuerzas al interior de la izquierda. El Partido Comunista, el Movimiento de Participación Popular (el Partido de Pepe Mujica) y el Espacio Seregnista (el ala moderada del Frente Amplio) son las fuerzas que van a conducir esta organización. Entre los 3 espacios recogen casi un tercio de los votos, lo que revela la nueva correlación de fuerzas. Los 3 sectores apoyaron a Fernando Pereira. En los próximos tiempos, las decisiones del Frente Amplio van a ser tomadas por estos 3 sectores. El gran perdedor de estas elecciones ha sido Gonzalo Civila y el Partido Socialista bajo su conducción.

El PS, a pesar de la candidatura de Gonzalo Civila, ha sufrido un gran golpe al tener un bajo porcentaje de votos tanto como sector político como a candidato a presidente. El voto en blanco ha superado la cantidad de votos que obtuvo el candidato opositor a Pereira. Es un gran golpe para el decano de la izquierda uruguaya. Su líder y los suyos deberán reflexionar sobre la perdida continua de votos e influencia en las masas. ¿Qué sucedió con el partido que dio al primer presidente del Uruguay de izquierda y la primera presidenta del FA, que ahora se ha convertido en una fuerza con poca relevancia política? ¿Civila se hará cargo del fracaso de su proyecto político? ¿Cuánto tiempo más el partido continuará permitiendo la destrucción de su organización? El futuro dirá si la conducción de ese partido habrá entendido lo que los votantes le están diciendo en las urnas o si hace oídos sordos a las masas.

Ahora que el Frente Amplio tiene autoridades electas, será el momento de ordenar la fuerza política y darle una hoja de ruta de cara a lo que viene. La primera prioridad de Pereira ha sido la de buscar la paridad de género y el recambio generacional en los cargos de la fuerza. Con esa premisa es que ha propuesto a Verónica Piñeiro para el cargo de Vicepresidenta de la fuerza y a Daniel Mariño como secretario político. La primera es Licenciada en Ciencias Biológicas de la UDELAR (Universidad de la República), es militante de base y tiene 38 años. El segundo fue Secretario General de la Unión de Juventudes Comunistas y tiene 34 años.

La campaña por el referéndum, la incorporación de nuevas temáticas al cuerpo ideológico como el medio ambiente o la regeneración generacional de los liderazgos son los retos de Fernando Pereira de cara al futuro. Retos ambiciosos que van a precisar de apoyos que hasta el momento ha alcanzado con holgura. No será fácil ya que el Presidente tiene una imagen positiva alta y el Frente deberá hacer un trabajo territorial en el interior para conquistar esos votos que cambiaron de bando en la última elección. Pero ahora por lo menos hay dos fuerzas en el escenario político con sus liderazgos más claros. Ahora empieza la verdadera pelea del Frente.