Pesaj

La Hagadá, y la historia de romper con la tradición

Pesaj es una de las festividades mas importantes del calendario judío: su orígen se remonta a la prehistoria del pueblo hebreo y a la vez constituye su mito originario. La Hagadá o Sidur de Pesaj es uno de los textos más importantes de la cultura judía, a la altura del Tanaj, de la Mishná o del Talmud.Sin embargo, a diferencia de otros textos canónicos, ha sufrido importantes cambios rupturistas a través de su historia. En esta nota hacemos un recorrido por estas transformaciones
Por Rodrigo «Afro» Remenik *

Según sabemos, la Hagadá surgió después de la destrucción del Segundo Templo, en el año 70 d.e.c, como una forma de reescribir una festividad basada principalmente en el peregrinaje y los rituales de sacrificio de ofrendas. En un comienzo era, al parecer, un compendio de textos extraídos del Tanaj, de la Mishná y del Talmud, realizado por los rabinos exiliados a Yavne.
En un segundo momento comenzaron a establecerse rituales propios de Pesaj, y en particular la Hagadá contenía la ordenanza de nombrar tres palabras claves: Pesaj («pasaje»), Matzá («Pan sin levadura») y Maror («Hierbas Amargas»). Esta ordenanza fue adoptada y reinterpretada por la naciente tradición cristiana, otorgándole un significado acorde a la martilogía cristiana: Pesaj simboliza el alma de Jesús, Matzá simboliza el cuerpo de Jesús y Maror simboliza el sufrimiento de Jesús en la cruz.
Durante la Edad Antigua y Media diferentes comunidades fueron sumando lentamente algunos textos litúrgicos y poéticos a la base recopilada por los rabinos de Yavne. Dentro de estas Hagadot podemos mencionar la acostumbrada en Italia con liturgia romana, la balcánica con liturgia rumana, la asquenazí (norte de Francia – Inglaterra), la acostumbrada en el sur de Francia, la española y la acostumbrada en Yemen.
Dos de estas Hagadot manuscritas se encuentran hasta el día de hoy en la Biblioteca Nacional de Israel: La Hagada de Wolf es un manuscrito con dibujos escrito según las usanzas de los rabinos de Provence a comienzos del siglo XV, al perecer en Avignon, con agregados en el idioma español-provenzal. Esta Hagada fue resguardada en la gran sinagoga de Berlín hasta que el gobierno Nazi la usurpó. Fue trasladada a Varsovia donde desapareció en 1984 y fue reencontrada en Génova en 1989.
La segunda Hagadá en mención tuvo un destino similar aunque un origen bien distinto. La llamada Hagada de Rotshield está escrita según las usanzas de los judíos del norte de Italia, data aproximadamente de 1450. La Hagadá es llamada la «Hagadá de Rothschild» porque fue propiedad de la acaudalada familia hasta 1939. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis saquearon la Hagadá y esta desapareció. Esta fue encontrada en 1948 y devuelta a la familia Rothschild en 1980, quienes la donaron a la Biblioteca Nacional.

Hagadá de Rotshield

La ruptura llevada a los límites de la Hagadá
Con la temprana llegada de la imprenta al mundo judío, las diferentes versiones de la Hagadá de Pesaj se fueron unificando y canonizando. Fueron alrededor de 400 años en que la Hagadá no sufrió cambios significativos en su texto.

La primera Hagadá impresa de la que se tiene conocimiento fue editada en Guadalajara, España en 1480. Su única copia en el mundo se encuentra en la Biblioteca Nacional de Israel. El impreso fue realizado en letras cuadradas hebreas sin puntos. Esta Hagadá fue impresa 12 años antes de la deportación de los judíos de España, y es un testimonio especial del alto nivel tecnológico de la imprenta entre los judíos de España. Tras la deportación, los judíos se llevaron el conocimiento a sus países de exilio en Europa y las regiones del Imperio Otomano, incluido el norte de África.
Si bien, desde ese momento el texto de la Hagadá fue instituido y estancado, la creatividad judía no fue detenida. Se puede decir que la ruptura fue llevada a los límites de la Hagadá, ya que comienzan a aparecer diferentes grabados, dibujos, interpretaciones, traducciones y aclaraciones en los márgenes exteriores de las hojas de las Hagadot.
Una de las más famosas es la Hagadá de esta etapa es la de Praga, de 1526. Esta es la Hagadá ilustrada completa más antigua. La Hagadá incluye breves comentario en los márgenes de las páginas y bellos dibujos. Aunque la Hagadá no incluye «Ejad mi Yodea» y «Jad Gadia», ha dejado su huella en generaciones, ya que sus pinturas han servido de modelo para las ilustraciones de muchas Hagadá impresas después de ella.

Hagadá de Praga

Una Hagadá que podría ser considerada bisagra entre esta etapa de congelamiento y la siguiente de resurgimiento es la de Nueva York, de 1837. Es probablemente la primera Hagadá impresa en América. Incluye una traducción al inglés (idioma «Englatira»), traducida por David Levy de Londres. Está escrita según la costumbre de los judíos asquenazíes y sefardíes. La traducción al inglés se presenta delante del hebreo, con pequeñas aclaraciones. «Jad Gadya» y «Ejad mi Iodea» no están traducidos al inglés.

Surgimiento de la tradición alternativa
Con el surgimiento del sionismo y de los movimientos proletarios hebreos comienza una nueva etapa de creatividad para las Hagadot de Pesaj. Las diferentes reinterpretaciones y actualizaciones dejan de situarse en los márgenes de la Hagadá para ocupar su centro.
Un ejemplo es la Hagadá cómica de Jerusalén, de 1923. Escrita por el maestro, traductor y lingüista Kaddish Yehuda-Leib Silman (1937-1880), quien fue uno de los fundadores de Tel Aviv y el barrio de Beit Hakerem de Jerusalén. La Hagadá trata sobre la vida de la comunidad judía en Eretz Israel en un espíritu humorístico: el sabio es el alto comisionado; el malvado es el comité árabe; el inocente es el antiguo asentamiento mientras que el que no sabe preguntar es la generación más joven de Jalutzianos, «que no hablará mucho pero hace mucho, crecerá y se hará poderoso en la tierra «.
Otro ejemplo es la Hagadá de la «Unidad de Transporte Hebreo» (IEL), de la Brigada Judía en el Norte de África, de 1942. En Pesaj de 1942, la unidad acampó en Egipto, a orillas del Mar Rojo. La Hagadá se refiere al simbolismo del lugar y eleva a milagro el papel de los soldados de la compañía, como representantes del asentamiento de Eretz Israel en la guerra contra los alemanes en el norte de África, en el marco de la Brigada Judía. A los pasajes tradicionales se agregaron varios pasajes de literatura que tratan principalmente de la guerra.
Un tercer ejemplo es la Hagadá de los kibutzim de Hashomer Hatzair, de 1943. Si bien ya existían

Hagada del Hashomer Hatzair

producidas por diferentes keinim y kibutzim, esta fue la primera Hagadá producida por Hashomer Hatzair de forma centralizada para todos los kibutzim del movimiento. La Hagadá se refiere al Holocausto, la Segunda Guerra Mundial y la lucha de la comunidad judía contra los británicos, y refleja la destrucción y pérdida del hogar paterno y la necesidad de aferrarse al único hogar que queda. Tanto los acontecimientos actuales en el mundo como en Israel, así como la historia del Éxodo de Egipto, se incorporan en la Hagadá a la ideología del movimiento con respecto a la lucha de clases, la liberación de la esclavitud y los valores del pionero. «Todavía hay esperanza de que Israel regrese de una casa de esclavos y resucite en la primavera de las naciones». Editado y escrito por Mordechai Amitai, decorado por la pintora Ruth Schloss.

Las Hagadot alternativas hoy

Hagadot feministas

Hoy existen en Israel un sin número de Hagadot alternativas que ponen en el centro las diferentes vivencias y desafíos de la sociedad civil actual.
Por ejemplo, el movimiento SISO («Stop, Save Israel the Occupation») publicó hace algunos años la «Hagadá del Jubileo», que trata del 50 aniversario de la ocupación israelí en territorios palestinos. La Hagadá editada por el Dr. Tomer Persico incluye, entre otros, a Amos Oz, al rabino Michael Melchior y Sarah Silverman. En ella se entrelazan interpretaciones contemporáneas con pasajes de la Hagadá tradicional, ya que según sus editores, la Hagadá «… nos ordena permanecer comprometidos con el valor de la libertad que es su esencia.»
También han surgido una serie de Hagadot feministas que añaden naranjas a la keará del Seder y levantan una quinta copa de vino, la copa de Miriam, en honor a las mujeres y su lucha por la auto-liberación. Entre ellas destacan la Hagadá de las Mujeres del Muro Occidental y la Hagadá “Ve’hi ve’amda”.
Los procesos de privatización que vive la sociedad israelí también se ven reflejados en la Hagadá de Pesaj. Hoy en día muchas familias crean sus propias Hagadot. En ellas se cambian los diferentes personajes por miembros de la familia, se incluyen adivinanzas y juegos y se reescriben las canciones tradicionales en plan humorístico. Incluso existen en Israel páginas de internet que incluyen un servicio de autodiseño e impresión de la Hagadá familiar.
Las actuales Hagadot alternativas continúan la tradición rupturista y reinterpretativa de las antiguas. Y no podría ser de otra forma, ya que la festividad de Pesaj antes de ser una fiesta religiosa y litúrgica es una fiesta popular, familiar, libertaria y liberadora.

* Rabino Laico-Humanista, sociólogo y educador