El asesinato de Ilan Halimi:

“Un acto de barbarie extrema”

El ministro francés de Interior fue el primero en reconocerlo, el miércoles 22 de febrero, ante la Asamblea Nacional: "La verdad es que esta gentuza ha actuado ante todo por motivos crápulas y sórdidos, por dinero y con la convicción, entre comillas, de que todos los judíos tienen dinero", dijo Nicolas Sarkozy en referencia a los 12 sospechosos detenidos por secuestrar y torturar durante tres semanas al joven francés, y judío, vendedor de teléfonos móviles Ilan Halimi. "Es lo que se llama antisemitismo por amalgama", manifestó.

Este acto de «barbarie extrema», según la policía, hizo que el Presidente francés, Jacques Chirac, se comprometiera con los padres de la víctima que «se hará toda la luz» sobre el asesinato del joven. La madre, Ruth Halimi, piensa que su hijo «fue sacrificado en nombre de todos los jóvenes judíos».
La muerte de Ilan provocó una gran consternación en toda Francia y adoptó dimensión nacional con la participación de Chirac en una ceremonia celebrada en la gran sinagoga de la Victoria, en París. También estuvieron presentes el Primer Ministro, Dominique de Villepin, miembros del Gobierno, los líderes de los principales partidos políticos y autoridades religiosas.
La clase política francesa se sumó a la convocatoria de una manifestación de protesta contra el racismo y el antisemitismo que tendrá lugar este domingo 26 de febrero.
Para el senador conservador Roger Karoutchi, el asesinato de Ilan «marca, por su violencia y su barbarie, un nuevo paso en la escalada antisemita».

La historia

Todo comenzó el 21 de enero. Ilan, de 23 años, estaba en el negocio de venta de aparatos celulares cuando entró una atractiva joven rubia que lo sedujo. Ella le dio su teléfono; él la llamó y obtuvo una cita, pero acabó secuestrado por ‘La pandilla de los bárbaros’, una banda multiétnica bautizada así por su jefe, Yusuf Fofana, un hombre de 25 años originario de Costa de Marfil.
El pasado 13 de febrero, Halimi fue hallado agonizante en las afueras de París. Atado, con una venda en los ojos, con quemaduras en el 80% de su cuerpo y señales de haber sido salvajemente torturado. Falleció antes de llegar al hospital.
La policía, alertada por la familia, no pudo hacer nada pero difundió el identikit de la chica que había servido de señuelo, éste fue reconocido por otra integrante de la banda y se presentó en una comisaría.
Gracias a ella, la policía detuvo a 12 personas en la periferia de la capital y a otra más en Bélgica. También se produjeron detenciones en Marsella y Aix-en-Provence. Pero Fofana logró escapar a Costa de Marfil.
La familia insistió en que los secuestradores, que reclamaban un rescate de 450.000 euros, habían hecho referencia a la condición de judío del jóvenes lo , insistiendo incluso en que, si no lo tenían, pidieran el «a las sinagogas».
Siu bien la policía no está de acuerdo con catalogar al hecho como de un ataque antisemita, la jueza a cargo de la instrucción, Corinne Goetzmann, acabó dándoles la razón dado que siete de los detenidos han sido procesados por «asociación de malhechores, barbarie, asesinato y crimen cometido en razón de la pertenencia a una etnia, raza o religión».
También se filtró que en el piso donde estuvo encerrado y fue torturado el joven se encontraron documentos de contenido salafista y de una organización de apoyo a la causa palestina.
El «cerebro de los bárbaros», como se hacía llamar Fofana, fue localizado y detenido en Abiyán; y se espera su pronta extradición.