La mayoría de las víctimas fatales son mujeres y niños. El presidente iraquí, Yalal Talabani, acusó al terrorista Abu Musab al Zarqaui, presunto cabecilla de Al Qaeda en Irak, por la tragedia en la que cerca de 1.000 peregrinos murieron por una avalancha en un puente de Bagdad.
El mandatario hizo un ‘mea culpa’ y admitió que las autoridades cometieron “varios graves errores” a la hora de organizar la ceremonia de peregrinaje a la mezquita del Imam Musa Al-Kadem, el tercer santuario más sagrado para los chiítas en Bagdad.
“Detrás del ataque con morteros, que provocó el pánico entre la multitud, está el terrorista Al Zarqaui, un criminal que atiza la hostilidad religiosa en Irak”, destacó Talabani.
”En adelante tomaremos medidas para no repetir esos errores”, dijo mientras subrayó que las autoridades no piensan poner restricciones a las ceremonias religiosas por cuanto ello podría provocar descontento entre la población.
”La muertes fueron causadas, en su mayoría, por empujones, pisotones y caídas al vacío desde el puente”.
En el santuario hacia donde marchaban los peregrinos está enterrado el Imam Kadhem, el tercer lugar más sagrado para los chiítas de Irak, tras los de Nayaf y Kerbala. Esta peregrinación donde se ora en el templo del séptimo imán oculto según la tradición chiíta, es una de las más populares y multitudinarias de Irak, que volvió a realizarse tras la caída de Sadam Husein.
Miles de personas continúan, de todos modos, con la peregrinación.
