Casi simultáneamente, varios miles de piqueteros cortaron el tránsito en el Puente Pueyrredón, principal acceso a la capital desde la zona sur de la ciudad en reclamo por más ayuda social.
El principal temor del Presidente Kirchner es que una fuerza policial se «descontrole» al recibir órdenes de frenar una acción de los piqueteros, y repita lo ocurrido a mediados de 2002, cuando en el Puente Pueyrredón (al sur de la ciudad) dos jóvenes piqueteros fueron abatidos por balas policiales y otros resultaron heridos.
Aquel episodio causó enorme indignación y obligó al ex presidente provisional Eduardo Duhalde a anticipar el llamado a elecciones y acortar su permanencia en el poder.
Pero la paciencia oficial parece estar llegando a su fin. Durante un agasajo que ofreció el martes a cronistas acreditados en la Casa de Gobierno, con motivo de celebrarse el Día del Periodista, Kirchner dijo que «hay que tener comprensión y terminar con una medida (el corte de rutas) que no responde a las necesidades de los argentinos».
Kirchner, al mismo tiempo, recomendó «calma y persuasión», para enfrentar este problema. «Siempre hay caminos intermedios», expresó.
Pero, a pesar de estas declaraciones, funcionarios de primera línea del Gobierno ya han manifestado que «lo de los cortes de rutas se tiene que terminar. Estamos trabajando en medidas concretas que se basarán en hacer cumplir los derechos de todos: los de los que protestan y los de los que transitan por la calle».
En época de elecciones y concreta necesidad de votos todo es posible, veremos cómo termina.