Israel:

Adquirió bombas antibunker

La histórica visita de Vladímir Putin a Israel, primera de un líder ruso a este país, está reabriendo viejas heridas en esta relación casi de amor-odio. Ariel Sharón -quien se reune hoy con el jefe del Estado ruso en Jerusalem- lo recibirá con la sonrisa del protocolo, pero -además- con las quejas pertinentes por su venta de armamento a Irán y Siria.

Lo cierto es que Sharón desconfía de Putin por la estrecha colaboración de Moscú con Irán en el desarrollo de su programa nuclear, y por la reciente venta de misiles antiaéreos SA-18 a Damasco.
Tampoco confía en la mirada soviética a AP, dado que Putin ya afirmó que donará dos helicópteros para uso de Abú Mazen y 50 vehículos blindados.
Como buen estratega militar, Sharón está convencido de que la mejor defensa es un buen ataque, así que acaba de encargar a los Estados Unidos la adquisición de 100 bombas antibunker GBU-28, comandadas por sistema láser, a la compañía Lockheed Martin. Se estima que este armamento tiene la capacidad suficiente para bombardear instalaciones nucleares subterráneas iraníes, que siguen avanzando en su construcción.
Las GBU-28 fueron desarrolladas para atacar centros bajo tierra (como la central iraní de Bushehr) y serán el brazo ejecutor de los F-15 de la aviación israelí.
Ayer, durante una rueda de Prensa conjunta en El Cairo con el Presidente Mubarak, Putin anunció la organización de una próxima Conferencia Internacional sobre Medio Oriente en Moscú bajo el encuadre de su conformación del Cuarteto de Madrid y con el claro objetivo de recuperar el protagonismo perdido -en la región- desde la extinción de la Unión Soviética.