Con motivo del aniversario se inauguró un nuevo museo que incluye una biblioteca y se proyectaron por primera vez películas rodadas por las tropas aliadas cuando liberaron el campo. El régimen de Hitler fabricaba esos misiles en varios lugares del Tercer Reich, y su supuesta capacidad de destrucción era al menos tan importante como su valor propagandístico para levantar los ánimos en una guerra cada vez más desfavorable. El cuartel militar de Peenemünde (en la isla báltica de Usedom), la fábrica Rax-Weken en Wiener Neustadt (en Viena, Austria) y la de Zeppelin en Friedrichshafen fueron los principales sitios de producción de los misiles, además de Mittelbau-Dora a partir del verano de 1943.
Toda la producción fue trasladada a ese campo ese mismo año, cuando esa fábricas fueron bombardeadas por los ejércitos aliados, pues el lugar se consideraba mejor protegido contra ataques aéreos al contar con instalaciones subterráneas. Los trabajadores forzados procedían del vecino campo de Buchenwald, de cuya liberación se cumple sesenta años, aniversario que fue objeto de actos conmemorativos a las que asistió el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el escritor español y antiguo preso Jorge Semprún. Se calcula que en Mittelbau-Dora murieron de sed, hambre, frío, agotamiento y enfermedades alrededor de 20.000 presos de Europa.