Memoria Activa

Memorias de la Plaza

El lunes 27 de diciembre va a constituir un hecho histórico en la lucha por el esclarecimiento del atentado a la AMIA: el espacio creado por los familiares de las víctimas nucleadas en Memoria Activa, decidieron dar por finalizada la gesta de reunirse y reunir, todos los lunes, a defensores y buscadores de la verdad; a opositores del menemismo involucrado en las más serias obstrucciones en la dilucidación del atentado y a aquellos que dejaron serias críticas a una dirigencia comunitaria genuflexa que supo cruzar la línea de la dignidad humana.

“Continuaremos la pelea contra los encubridores, luchando para que el Estado investigue, en la CID H y en la calle cuando corresponda”, afirmó Diana Malamud.
Memoria Activa entiende que la misión de sus encuentros de los lunes se encuentra más que cumplido: “Cuando todo el mundo le doraba la píldora a Carlos Menem, al juez Juan José Galeano y a Rubén Beraja, nosotros salimos a pelear, sin experiencia alguna, para demostrar el pacto de impunidad, la falta de voluntad política para buscar a los culpables del atentado. A lo largo de más de diez años demostramos que la investigación era un fraude, el juicio oral y el fallo posterior así lo confirmaron, y hoy la sociedad argentina lo sabe. Los lunes fueron protagonistas de esa historia de denuncia pública contra el poder. Ahora seguiremos la pelea contra los encubridores, luchando para que el Estado investigue de una vez por todas, en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con la denuncia al Estado argentino y también en la calle cuando corresponda”, afirmó Diana Malamud, una de las fundadoras de Memoria Activa y quien perdiera a su esposo en el atentado.
El espacio creado por memoria Activa fue una tribuna que supo diferenciar los espacios políticos y de qué lado se situaban los hombres. Por dentro y por afuera de las instancias de la comunidad judía.
“Memoria Activa -siguió diciendo Malamud- continuó en la plaza con el objetivo de mantener la denuncia pública contra la falta de voluntad política que se veía en la investigación. Hubo un momento en que el Estado argentino tenía apenas a ocho personas trabajando en el supuesto esclarecimiento del atentado más grande ocurrido en el país. Todo, todo, evidenciaba que se quería tapar la trama oculta de negocios, complicidades y promesas políticas que se escondían detrás del atentado”.
“Hoy está instalada la idea de que hay impunidad, de que hubo una trama de encubridores del Estado, los gobiernos y la Justicia. A lo largo de diez años, un pequeño grupo de familiares y amigos hicimos un esfuerzo titánico y muchísima gente nos ayudó todos los lunes. Ahora pasamos a otra etapa -concluyó Malamud-.
Pero Memoria Activa no desaparecerá de la escena, la denuncia del comportamiento de miembros del Consejo de la Magistratura en el demorado juicio político a Galeano, la causa judicial en la que se investigan las irregularidades de la causa AMIA, la recepción del informe del veedor de la Comisión Interamericana que asistió al juicio oral y la continuidad de la denuncia contra el Estado argentino los seguirá teniendo en una activa primera fila.
Luego de más de 10 años de presencia en la calle nacional, los activistas de la agrupación Memoria Activa han sabido ganarse un lugar dentro de los luchadores por las causas sociales. Un espacio que los mantendrá tan activos como sus imborrables plazas de los lunes.