Las liberaciones son el «fruto de un acuerdo» entre los Gobiernos de El Cairo y Jerusalem que «no tienen ninguna incidencia sobre nuestras relaciones con Israel ni sobre el proceso de paz», comentó. “Se trata de un gesto engañoso porque Israel aún mantiene en sus cárceles a otros 8.000 palestinos”, señaló.
El primer ministro palestino, Abu Ala, por su parte, instó a Israel a liberar a todos esos prisioneros. «Nos alegra la liberación de todo detenido palestino. Pero tienen que ser liberados todos los prisioneros políticos y no sólo los delincuentes», comentó en Ramallah.
Issa Qaraqea, presidente de la principal organización de apoyo a los detenidos políticos palestinos, afirmó que «esta operación no tiene ninguna dimensión humanitaria» porque fueron excluidos «centenares de enfermos, así como numerosas mujeres y niños».
De los 159 palestinos liberados, 19 estaban implicados en ataques sin víctimas fatales contra Israel y otros 46 estaban encarcelados por haber residido sin autorización en territorio israelí, aclaró un portavoz de la administración penitenciaria.
El 19 de noviembre pasado, el Primer Ministro israelí, Ariel Sharón, había presentado la liberación de esos detenidos como un «gesto de amistad y de buena voluntad» hacia el presidente egipcio Hosni Mubarak por su decisión de liberar a Azzam Azzam, acusado de espionaje en favor de Israel.