Miembros del movimiento, enmascarados y desplegados delante del ayuntamiento, afirmaron que sus compañeros habían actuado así para reclamar el pago de subvenciones de la Autoridad Palestina a unos 300 militantes del grupo armado en la región de Belén, que no disponen de ninguna otra fuente de recursos.
»Optaron por hacerlo ahora porque los ojos del mundo están centrados en Belén en vísperas de la Navidad», afirmaron voceros del movimiento.
Fuerzas policiales palestinas fueron enviadas a la plaza del Pesebre, frente a la Iglesia de la Natividad, donde el jefe de la policía local, el coronel Issa Hijjo, hizo un llamamiento a salir de las oficinas de la municipalidad, amenazándolos con la utilización de la fuerza.
Los hombres atrincherados en la municipalidad autorizaron al gobernador de Belén, Salah Al Taamari, y al jefe de los servicios de la seguridad preventiva, Majdi Al Attari, a entrar al local para negociar con ellos.