Tamar Zandberg, presidenta de Meretz
“Al fascismo se llega no por la acción de la ultraderecha sino por el silencio de las mayorías de centro”
Si hay un logro a adjudicarle a Benjamín Netanyahu en esta campaña proselitista en la que se juega su quinto mandato, es el de haber impuesto la palabra “izquierdista” como un insulto agraviante, como un signo de traición, de “vendepatria”, de asociado a los enemigos externos, como Irán, Siria, palestinos y hasta árabes ciudadanos de Israel, que constituyen no menos del 21% de la población. En este contexto, que se convierte cada día en más y más difícil –en el que tiene lugar desde el cercenamiento de las posibilidades de acción de ONGs por la paz, la democracia y los DD.HH. hasta castigo financiero a artistas e instituciones artísticas que se atrevieron a discutir las nuevas leyes de censura-, en este contexto oscurantista en el que la palabra “Paz” desapareció de todas las plataformas de los partidos de derecha y centro, lo que hace Tamar Zandberg, la presidenta del Partido MERETZ es físicamente peligroso: proclamarse de izquierda, y de izquierda combativa.
Hablamos con Tamar Zandberg a días de las elecciones, y a días de haberse entrevistado en Ramallah con el Presidente Palestino Abu Mazen, otra arriesgada jugada que marca la diferencia entre Meretz y el resto.