En Jánuka nos matamos con los griegos, en Purim con los persas, en Pesaj con los egipcios y en Lag Baomer con los romanos. En Rosh Hashaná y Kipur, muy por el contrario, no nos matamos con nadie. Decididamente a estas fiestas les falta un enemigo. (Sí, es verdad que está la guerra de Yom Kipur, pero la referencia es a las fiestas tradicionales, con intervención divina, berajot, más de un nombre en ibrit, y comer a morir). Y a falta de un enemigo externo…. ¿Qué mejor enemigo que uno mismo, la familia…. o el propio judaísmo? Los escritores judíos y argentinos se dieron una vuelta por el tema. Acá van tres.
Por Laura Kitzis *