Kirchner ante el AJC:

“Sentimos vergüenza por el atentado a la AMIA”

“Sentimos vergüenza por los diez años que se están por cumplir de este horrible e incalificable atentado a la AMIA... Algunos contribuyeron desde el Estado para tratar de evitar la investigación, y otros compartían el interés por desviar el rumbo”. Así cerró el presidente Néstor Kirchner su discurso en la sede del poderoso Comité Judío Americano (AJC) donde se dieron cita unas 2.000 personas para escucharlo y compartir esta distinción con el jefe de estado argentino.

El AJC, casi como una paradoja del destino, le regaló a Kirchner un ejemplar del Deuteronomio con la frase talmúdica “Justicia, justicia perseguirás”, la misma que ha impuesto en sus actos la agrupación de familiares de las víctimas por el atentado a la AMIA, Memoria Activa, una de las más férreas opositoras a la dirigencia de la DAIA encabezada en estos momentos por Jorge Kirszenbaum.

“La verdad tiene lugar”

“Tengan la seguridad de que construyendo una Argentina plural, con consensos e inclusión social, sólo habrá lugar para la verdad y, que sea quien sea el responsable, o sean quienes sean los responsables, la justicia llegará” dijo Kirchner quien, al cierre de su discurso se comprometió a trabajar “junto a todos los argentinos, a la AMIA y a otras organizaciones judías, con la verdad y la justicia por una nueva Argentina”.
Insólitamente, entre los saludos recibidos por el Presidente Kirchner, luego de su discurso, se coló uno de Kirszenbaum quien, afirman oficiosamente los que lo vieron, lo felicitó y le pidió disculpas por el comunicado emitido el pasado 5 de mayo en el que criticaba al AJC por entregar una distinción al primer mandatario argentino.

Marshall en la memoria

Kirchner nombró al ya fallecido rabino Marshall Meyer como el paradigma que unía a norteamericanos y argentinos en esa noche de fiesta.
Homenajeó a éste férreo defensor de vida “por su tarea a favor del respeto a los Derechos Humanos. Como ustedes saben, era de origen judío y nacionalidad norteamericana, vivió en nuestro país, resistió y se opuso a la dictadura terrorista, fue fundador del Movimiento Judío por los Derechos Humanos y se caracterizó por su valiente actitud que le permitió salvar muchas vidas”, dijo Kirchner sobre Meyer, de quien recordó que era dirigente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, integró la CONADEP y murió en Nueva York en 1993.
Luego mencionó el dolor “por los oficinistas de las Torres Gemelas, por los que esperaban ser atendidos en la AMIA, por los que en tren viajaban hacia su trabajo en Madrid, por los que concurrieron a la embajada (de Israel) y encontraron la muerte”. Este, dijo, “debe ir de la mano del dolor por los que sufren pobreza o exclusión, o los que enfrentan cualquier tipo de discriminación”.

Compatriotas

También habló de “los compatriotas judíos”, que “aportan a nuestra diversidad y comparten suerte con el resto de los que habitamos la Argentina y mucho tienen que aportar a la memoria”.
Al respecto, y por el pasado más reciente, recordó que la comunidad judía es algo más del uno por ciento de la población argentina, pero “las víctimas de origen judío de la dictadura constituyeron casi un once por ciento de los afectados. Estos eran objeto de un maltrato especial por el solo hecho de ser judíos”.