Causa AMIA:

Crónica de una muerte anunciada

Veo el juicio por el caso AMIA como una crónica de una muerte anunciada. Está ocurriendo lo que tenía que ocurrir. Las mentiras del juicio se caen a pedazos. No veo como una desgracia que suceda lo que está pasando ahora sino que la desgracia es todos los años que tuvieron que pasar y todo el encubrimiento anterior. Lo que sí veo como una desgracia es que la voz oficial de la comunidad sigan siendo algunas personas como las que figuran en el boletín informativo de la DAIA en el día de hoy. Declaraciones de la letrada de la querella que dice que esto es una barbaridad, que se han perdido todas las esperanzas, que se está persiguiendo a las víctimas y que el Tribunal se está dedicando a investigar la investigación. Eso, en mi criterio, es en defensa propia. Es decir, están pidiendo que no se investigue la investigación para que no se investigue a sus representados, uno de los cuales está preso en este momento.

Por Horacio Lutzky *

Lo que me parece una desgracia es que sigan hablando por nosotros. Porque a mí no me representan y creo que a ninguno de los que están en esta sala. Es más, me produce un profundo asco moral que se siga criticando a un Tribunal que está haciendo decentemente su trabajo y que, por supuesto, está investigando la investigación porque es una investigación escandalosa como pocas en la historia argentina.
Con pruebas plantadas, plagadas de nulidades, testigos que han cobrado fortunas para decir lo que el gobierno menemista quería que digan, testigos preparados, testigos mentirosos, etc, etc . ¿Cómo se puede seguir defendiendo eso? ¿Cómo no hacemos nada contra ello?
Creo que Galeano tendría que ir a juicio político, supuestamente es el próximo paso que falta. Los fiscales han sido bien removidos porque acá ha habido un equipo oficial conformado por el juez Galeano, los fiscales Mullen y Barbaccia, y en su momento la DAIA con sus distintos representantes (Beraja y sus abogados primero, y Hercman después). Un equipo monolítico que instaló la historia oficial con complicidad de varios importantes medios de comunicación nacionales. Algunos de los cuales ponen la palabra justicia en la tapa en los aniversarios del atentado.
Acerca de los familiares, algunos de ellos, desde el principio han dicho que esto era una mentira, han hecho la denuncia ante la OEA y hoy los hechos les están dando la razón. Preferiría no juzgar a otros familiares que han seguido a la querella oficial, porque estamos entrando en un terreno psicológico y no quiero entrar en sufrimientos que respeto profundamente. Pero lo que no tolero es a quienes se aprovechan de eso.
Lo que se abre es la esperanza de tirar del hilo del encubrimiento. Las pruebas de lo que pasó fueron destruidas prácticamente todas, pero no las pruebas de quién encubrió y por orden de quién, entonces por ahí habría que empezar a investigar.

*: Intervención en el debate desarrollado en la Feria del Libro en la presentación de “Nueva Sión. Periodismo Crítico. De lo Comunitario a lo Nacional”