Nueva Sión en la 30 edición de la Feria Internacional del Libro

Hoy el diario habla de nosotros

Con la sala Julio Cortazar completa -unas 200 personas-, se presentó en la 30 edición de la Feria Internacional del Libro “Nueva Sión, periodismo crítico. De lo comunitario a lo nacional”. El lanzamiento se produjo como parte de los festejos de los 55 años del periódico y los 20 años de su reaparación luego del cierre que padeciera producido por la dictadura militar en Argentina. Este tercer libro de Nueva Sión, que -en este caso- recopila los mejores artículos de los últimos 5 años, se produjo en medio de una gran fiesta cultural y ratificó -una vez más- la vigencia de su valor periodístico y testimonial. El panel estuvo compuesto por Fanny Mandelbaum, Daniel Muchnik, Horacio Lutzky y el actual director de la publicación, Guillermo Lipis. Hoy, Nueva Sión también habla de sí mismo:

Fanny Mandelbaum:

“Se leen cosas que no se encuentran en otros medios”

Voy a hablar desde lo afectivo ya que, indudablemente, Hashomer Hatzair, el Mapam y todo lo que tiene que ver con la ideología de Nueva Sión está muy metido dentro de mi corazón.
El libro compila lo que el periódico reflejó en una época en la que no era posible leer estos artículos en los medios nacionales.
En el libro me impresionó muchísimo la entrevista a Zulema Yoma (nota en la que había que leer por debajo del agua). Fue importante leer los testimonios con respecto al atentado a la AMIA, en relación a cómo su ex marido miró para otro lado y también cuando se refiere al tema de las drogas.
Cuando tuve que hacer algún programa sobre el atentado a la Embajada o a la AMIA, en Nueva Sión encontré materiales que decían cosas diferentes, elementos queme fueron muy útiles.
También me impresionó mucho la entrevista a Leonardo Senkman. Habla de algo que siempre discutí dentro de la comunidad: no es empujando a la gente a hacer aliá sino brindándole posibilidades de tener una vida comunitaria acá y dentro de la comunidad como también puede cuidarse la vida judía. Ayudar a la gente a que pueda seguir reuniéndose entre pares. Ayudar -a quienes terminaron perdiendo absolutamente todo, y sacaron a sus hijos de los colegios judíos- a que no tengan que implorar por una beca porque el establishment comunitario se tendría que haber acercado a esta gente.
Aquí, en Argentina, la solución fue hacer aliá. Por ese motivo hay tanta gente que llega a Israel, que estuvo allá un año y luego volvió porque no pudo aclimatarse.
Al leer la entrevista me puse a pensar qué puedo hacer yo, aquí, para que la cosa esté mejor.
Creo que Nueva Sión, y este libro en particular, nos van a ayudar a re-pensar y a mirar objetivamente otros artículos que, quizá, pasamos de largo en ese momento.

Daniel Muchnik:

“Nueva Sión está en los escritorios de las redacciones”

Antes de ingresar a esta sala, me enteré que Abrasha Rotemberg es uno de los fundadores de Nueva Sión. Conociéndolo a él puedo imaginarme cómo era ese grupo fundacional: tosudos, con una gran pasión, dispuestos a todo en un país que era muy poco acogedor para la vida judía. Había que tener mucho coraje y muchas ganas para hacer esta publicación. Por eso yo me saco el sombrero ante sus creadores.
Yo me acerqué a Nueva Sión porque no es una publicación excluyente, ocurre que yo me siento muy argentino y también muy judío. Y Nueva Sión logra lo que ningún medio comunitario judío logra: llegar a las redacciones, a las agencias informativas, a los periodistas.
Me encontré con Nueva Sión en el Parlamento, en despachos oficiales, en los escritorios desprolijos de los redactores… y esto es un mérito extraordinario. Por algo será que Nueva Sión tiene tanta presencia entre mis colegas.
En el prólogo del libro se habla que el propósito siempre ha sido el sostenimiento de la identidad judía, la paz en el Medio Oriente, la defensa de un Israel progresista y otros elementos más. Lo cierto es que, a través de los años, admiro la continuidad de Nueva Sión en esa línea permanente, esa persistencia en aquella antigua tozudez de sus fundadores. Especialmente en el cuestionamiento del menemato que para nosotros ha sido una tragedia en materia de banalidad, superficialidad, de saqueo e impudicia.
Nueva Sión denunció esa catarata soez que fue el menemismo, y además descubrió al menemismo dentro de comunidad judía. El menemato se instaló dentro de la comunidad, la dirigió e hizo que colapsara. Sin embargo, cuando leo cómo se hizo esta presentación veo que tuvo el respaldo de instituciones que no siempre coinciden con Nueva Sión. Muy por el contrario, no coinciden con la publicación. Esto se significa que hay que tener mucha esperanza porque aún hay oposición.

Horacio Lutzky:

“Cronistas y testigos de una época trágica”

Todos los que estamos acá, hemos tenido el raro privilegio de ser cronistas y testigos de una época trágica para la sociedad argentina y para la comunidad judía. Tanto en el panorama nacional como en el comunitario, nos encontramos con que nos han robado las palabras.
En el ámbito comunitario, el menemismo atravesó también a la comunidad judía. Aquí la traición se vio con lo que tiene que ver con el pedido de Justicia. Los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA , además de su trágica secuela en muerte y destrucción, han venido a romper las paredes del gueto. Esto significa que una realidad que no era conocida por toda la sociedad argentina, quedó expuesta. Y con esto quedaron expuestas virtudes, vicios y defecciones de todo tipo. Todavía no podemos calcular el desastre que causó el menemismo.
Cuando ocurren los atentados, nos encontramos con que varias figuras que deberían encarnar el reclamo de justicia, a su vez, tenían entre sus asociados o sus asesorados a los principales sospechoso de haber permitido la realización de los atentados y luego su encubrimiento.
El cacerolazo, evidentemente, no llegó a la comunidad judía. En España un atentado terrible voló los trenes, hubo un intento de conspiración del Estado para tapar todo que duró apenas una semana. Yo me pregunto: si hubiésemos tenido al juez Galeano investigando y a la dirigencia de la comunidad judía reclamando justicia, imaginen por un momento cuántos años se habría tardado en saber qué paso.
Creo que cómo se pare la comunidad judía frente a estas situaciones va a marcar su inserción en la sociedad para futuras generaciones.

Guillermo Lipis:

“Por la construcción de una comunidad diferente”

Quiero hablar del periodismo de comunidades, aún cuando mucha gente considera que puede ser de talla menor. En Nueva Sión hemos podido lograr un equipo periodístico que intenta llegar a una verdad, a nuestra verdad. Estamos convencidos de que tenemos que dejar un testimonio fiel de algunos aspectos de la decadencia, de la traición y -en otros casos- de la aventura de intentar construir una comunidad diferente y mejor.
Nuestro desafio es hacer que Nueva Sion no sea considerado un periódico menor. Desde la denuncia, desde la posibilidad de ser un vaso comunicante entre el adentro y el afuera de la comunidad. Para el adentro de la comunidad han sucedido y suceden cosas que pensamos seguir reflejando: los atentados, el caso Beraja, y hoy la caída -nuevamente- del Hospital Israelita.
Nueva Sión va a seguir siendo periodismo de oposición, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese. Es cierto que gran parte de los auspiciantes que han apoyado este libro han marcado una apertura democrática y la posibilidad de poder cambiar un rumbo en la historia de sus instituciones.
Nuestro desafío, independientemente de otros factores y acontecimientos, es dejar registrada la historia comunitaria por verdad o por oposición a lo que no consideramos correcto y a lo que evaluamos que haya que denunciar. En eso estamos, y en eso estuvo y estará Nueva Sión siempre porque forma parte de una esencia periodística a la que no vamos a renunciar. Esto es lo que nos diferencia de otros medios y nos da, junto a la calidad de nuestros artículos, el valor agregado que resulta tan apreciado en las redacciones del ámbito nacional y en los despachos oficiales cuando quieren enterarse del pensamiento del sector progresista de la comunidad”.