La tensión entre Hamas y Al Fatah parece haber llegado a un punto de no retorno. Una mujer embarazada, esposa de un miembro de Hamas, murió tiroteada junto a su marido. También, en la Franja de Gaza, funcionarios que exigían el pago de sus sueldos asaltaron un banco, y encapuchados de Hamas coparon las oficinas de una televisora en la localidad de Jan Yunis.
Analistas palestinos temen que, si finalmente Abú Mazen cumple su amenaza y convoca al referendum sobre la iniciativa de los presos -que implica reconocer a Israel si se retira a las fronteras anteriores a la guerra de 1967- la situación se vaya definitivamente de control. El ultimátum de Mazen al Hamas, para que suscriba el documento, iba a finalizar en la pasada medianoche entre el 5 y el 6 de junio y no se pudo arribar a ningún acuerdo pese a que Hamas no cerró la puerta al diálogo, por lo que Mazén postergó el plazo hasta el 8 de junio.