Se lanzó una candidatura

Abraham Kaul al ruedo por la DAIA

Abraham Kaul se lanzó, dentro de su partido -Avodá, Laborismo- como candidato a luchar por la presidencia de la entidad política techo de la comunidad judía de la Argentina, la DAIA.

Kaul, quien fuera presidente de la AMIA entre los años 2002 – 2005, acaba de informar a los dirigentes del partido Avodá (durante la última semana de mayo), su intención a postularse como presidente de la DAIA para el próximo período en las elecciones a realizarse a fines del presente año 2006.
En los próximos días, Avodá deberá efectuar las consultas internas pertinentes para saber si la postulación de Kaul tiene algún tipo de competencia hacia adentro de sus filas. De ser así, habrá una previa elección interna que decidirá el candidato del Laborismo. Pero si no hay oposición, Kaul tendrá vía libre para presentarse desde su partido a la presidencia de la DAIA -que supo tener varios titulares provenientes de las filas del Laborismo-.
Abraham Kaul tuvo un protagonismo mediático importante al tomar algunas posiciones equidistantes de los dirigentes de la DAIA, a pesar de lo cual no rompió filas en la querella unificada que se mantiene hasta el día de hoy, luego del fallo de la Cámara de Casación que ratificó todo lo juzgado por el Tribunal Oral Federal número 3; y se enfrentó a Jorge Kirszenbaum -titular de la DAIA, cargo que asumiera ante la renuncia de Gilbert Lewi- cuando, por primera vez, los dirigentes de esta organización -con Kirszenbaum a la cabeza- intentaran arruinar la reunión anual del American Jewish Committee a la que fueran invitados en ocasión de la presencia del actual presidente argentino, Néstor Kirchner (el pasado 5 de mayo de 2005).
Kirszenbaum, justamente, será su principal opositor dado que maneja el aparato y utiliza las herramientas profesionales de la DAIA para su propia campaña. Ejemplo de ello es la información oficial que emite el Departamento de Prensa de la DAIA en la que Kirszenbaum tiene un papel mediático central. A tal punto el espacio es utilizado como propio y personalista que dio a conocer el deceso de su hermano, Eduardo Kirszenbaum, como una noticia institucional -el pasado 22 de febrero de 2005- prioritaria por encima de otras informaciones de interés comunitario del día.
Kirszenbaum y Kaul han competido en una puja mediática de la que éste último se bajó producto de la finalización de su mandato en la AMIA, pero que ahora puede retomarse desde el conjunto de expectativas comunes a la que se sumaría un tercer contendiente (Aldo Donzis): representar a las instituciones judías ante el establishment del Estado nacional, dado que el voto no es directo (un judío, un voto) como se ha reclamado desde algunas instancias.

Coherencia política

También sería prudente que cada uno de los contendientes aclararan cómo piensan continuar con la querella vinculada a la causa AMIA y presenten una plataforma que permita auditar, a la congregación, el cumplimiento de sus postulados políticos.
Al menos Kaul, en esta instancia, ha sabido ser más coherente. Nunca rompió filas con su partido, un ámbito anquilosado que se sacudió algunas células al ritmo de las declaraciones y acciones de Kaul al frente de la gestión política de la AMIA que, con su Consejo Directivo, supo sanearla luego de la crisis del 2001/2002, dejándola con superávit y una cantidad importante de relaciones internacionales reconstituidas sobre la base de una confianza básica renovada.
Todo lo contrario a lo ejecutado por Kirszenbaum, que llegó a la DAIA como representante de Convergencia (partido comunitario del judaísmo laico local) y terminó convirtiéndose en un adicto político al partido religioso sefardí Mizrahi. Lo que se llama, un efecto panqueque o Borocotó, sólo que anticipado en el tiempo.
Es bien sabido que en los pasillos políticos de la comunidad se repite, en general, el esquema del ámbito de la política nacional. Sin embargo, en esta ocasión, la comunidad mostró un rostro anticipatorio.
Las campañas efectivas se lanzarían poco después de los actos del próximo 18 de julio. Kirszenbaum, sin embargo, y una vez más haciendo uso de su ventajosa posición en el aparato del establishment, ya largó la suya en ocasión de la conmemoración del Holocausto en el Teatro Colón y rodeado de figuras del ámbito nacional como la senadora Cristina Fernández de Kirchner, el vicepresidente Daniel Scioli y el jefe de gobierno de la ciudad, Jorge Telerman. Como Kirchner el pasado 25 de mayo: no lo hizo pero todos saben que lo hizo.
Kaul está afinando sus motores, y de Donzis poco se sabe, aunque algunos no lo descartan terciando en la contienda.
Mientras tanto, la comunidad sigue padeciendo la ausencia de representatividad efectiva.