Israel en la tierra de Uganda:

Una brújula rota determinó el asentamiento del Estado

La idea de los judíos de asentarse en Uganda fue expresada al Congreso Judío con el objeto de huir de los pogroms que se estaban perpetrando en la Rusia Zarista y buscar un hogar que cobije a los judíos de las demostraciones antisemitas que se agravaban a comienzos del siglo XX.

La idea había nacido y había que llevarla a la práctica, expresó el profesor Gur Elroy del Departamento de la Tierra de Israel, de la Universidad de Haifa.
Para ello, fueron elegidos -continúa Elroy- tres miembros del Sexto Congreso Sionista para tomar impresiones y convinieron entre ellos, para ganar tiempo, que cada uno iría a un lugar distinto, en Uganda, para volver a reunirse e intercambiar las distintas impresiones y vivencias.
Pero resulta que Nahum Wilbosch, uno de sus delegados, perdió el camino al lugar fijado para el encuentro dado que su brújula se había dañado, y aunque pudo llegar a destino, su estado de ánimo había decaído por completo, y sus nervios estaban exaltados por tantas contrariedades en su camino.
Los otros dos delegados que recorrieron Uganda entregaron un informe positivo del lugar, al Congreso Judío, explicando lo favorable que era que el lugar se hallara poco poblado y en buenas condiciones para vivir. En cambio Wilbosch, el extraviado, dio un informe negativo agregando que los judíos “no tienen nada que buscar allí”.
Los miembros del Séptimo Congreso Sionista, receptores de los informes, se impresionaron por los datos aportados por Wilbosch que prevaleció en la decisión de establecerse en Uganda rechazando dicha alternativa.