Un año después de la retirada:

Siria e Irán aún controlan El Líbano

El 26 de abril del 2005, las fotografías de "los últimos" soldados sirios se veían por todo el mundo. Hoy, en el primer aniversario anual de la retirada de las fuerzas regulares sirias de El Líbano, hay motivos de celebración y otros motivos de gran preocupación. Mientras que los controles sirios se han desvanecido de Beirut y las diversas regiones de El Líbano, muchas preguntas rondan la mente aún de la mayor parte de los libaneses y sus amigos en todo el mundo. Walid Phares es un experto en terrorismo, fundamentalismo islámico y movimientos yihadistas. Escribe en publicaciones especializadas como ‘Global Affairs’, ‘Middle East Quarterly’ y ‘Journal of South Asian and Middle East Studies’.

Por Walid Phares (GEES)

La verdad, toda la verdad, no es aún completamente de dominio público. ¿Qué causó la abrupta retirada siria, y es completa? ¿Qué provocó el no cumplimiento de la resolución 1559 de la ONU, que pedía la liberación y el desarme? ¿Qué puede hacer Estados Unidos, Europa y la comunidad internacional para ayudar a la sociedad civil de El Líbano -un año después de su presunta emancipación- a conservar su lugar entre las democracias?
Cuando se revisan los sucesos que llevan al despliegue sirio fuera de El Líbano, en abril del 2005, y los sucesos que siguieron desde entonces hasta abril de este año, uno observa las siguientes realidades:

– Es gracias a los esfuerzos de los grupos de presión de la diáspora libanesa y las fuerzas de la sociedad civil en el país que las democracias occidentales, lideradas por Estados Unidos y Francia, deciden acudir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y decretar la UNSCR 1559 pidiendo al régimen sirio que retire sus fuerzas de El Líbano, desarme a las milicias y promueva la democracia.

– Es gracias a la UNSCR 1559 y la valiente respuesta de las masas libanesas el 14 de marzo del 2005, el asesinato del ex primer ministro Hariri el 14 de febrero y la manifestación pro-Siria de Hezbollah el 8 de marzo, que la Revolución de los Cedros rompe la barrera del miedo de la represión siria: un millón y medio de personas se reúnen en el centro de Beirut.

– En respuesta a la Revolución de los Cedros, es gracias a las fuertes advertencias del Presidente norteamericano George Bush, el Presidente francés Jacques Chirac y otros líderes mundiales al régimen de Assad en Damasco durante los meses de marzo y abril del 2005 que las fuerzas sirias comienzan a retirarse del país.

La retirada siria fue producto de los esfuerzos combinados de la presión internacional liderada por Estados Unidos y el levantamiento popular de la Revolución de los Cedros. Observemos hoy sin embargo que un año después del re-despliegue, El Líbano está aún lejos de recobrarse:

Recordemos que las elecciones legislativas de mayo del 2005 tuvieron lugar antes del desarme de Hezbollah y de otras milicias jihadistas y pro sirias; los ciudadanos tuvieron que votar mientras la influencia siria en el gobierno y las fuerzas de seguridad era aún preponderante. Observemos también que el Presidente pro sirio de El Líbano, Emile Lahoud, no fue retirado del cargo. Por tanto, a pesar de la nueva mayoría anti siria en el parlamento y la formación de un nuevo gabinete encabezado por M Fuad Saniora, aliado del difunto Hariri, la alianza en El Líbano de patrocinio sirio-iraní ha tenido éxito desafortunadamente a la hora de bloquear la implementación completa de la UNSCR 1559 y atascar la Revolución de los Cedros.
Desde el pasado mayo, una campaña terrorista ha logrado asesinar a un buen número de políticos, como el político de izquierdas George Hawi, el periodista liberal Samir Qassir, el líder demócrata del parlamento Jebran Tueni, e intentado asesinar a figuras mediáticas como May Chidiac.
El líder de Hezbollah, Hassán Nasralah, y los aliados de Siria en el país han estado amenazando con violencia contra cualquier intento de expulsar los restos de la ocupación siria, desarmar a las milicias o desplegar al ejército libanés en el sur del Líbano o a lo largo de las fronteras sirio-libanesas.
Funcionarios y observadores internacionales, norteamericanos y europeos han concluido que el personal de seguridad sirio permanece a lo largo de las fronteras dentro del territorio libanés. Grupos de Derechos Humanos han descubierto fosas comunes en los enclaves del antiguo Mujabarat, servicio secreto sirio en el Líbano; y ONG´s en representación de las familias de los desaparecidos bajo ocupación siria informan de que centenares están aún desaparecidos o son torturados en cárceles sirias.
De ahí que, un año después de la retirada oficial del Ejército Sirio, sea justo decir que en El Líbano se han adquirido más libertades y que más gente ha visto expandirse sus libertades. Pero al mismo tiempo, otro «ejército» de control sirio-iraní permanece dentro del país y está bloqueando la recuperación de la pequeña nación. Por tanto, en el primer aniversario de la retirada oficial, la comunidad internacional debería comprometerse a otra serie de esfuerzos, quizá más difíciles, encaminados a la total implementación de la UNSCR 1559.
Durante estos tiempos tan peligrosos, mientras el régimen de Ahmediniyad en Teherán desafía la seguridad regional e internacional con sus ambiciones nucleares, mientras el régimen de Assad continúa interfiriendo en el proceso político en Irak apoyando a los terroristas a lo largo de sus fronteras, y mientras Hezbollah continúa proporcionando asistencia a grupos radicales tales como Hamas o la Jihad Islámica palestina, es crucial permitir a la sociedad civil de El Líbano desarrollar una democracia completa en el país.
Es por tanto muy urgente que la comunidad internacional extienda su apoyo a las fuerzas de la sociedad civil, el gobierno y el ejército del Líbano con el fin de reclamar un Líbano soberano, democrático y plural.