Curiosidades

Casa de Córdoba en Israel

La nostalgia permite todo, incluso recordar en compañía o sostener aspectos de esa cultura primaria que conformó la identidad de los inmigrantes. La Casa de Córdoba en Israel es esto y mucho más, es un emprendimiento familiar que trascendió las fronteras de las reminiscencias cordobesas para convertirse en un espacio de arte y cultura latinoamericana.

“La Casa de Córdoba en Israel, dice a Nueva Sión Diego Sciretta -creador del emprendimiento junto a su esposa Ana- fue concebida como un punto de encuentro para los latinoamericanos con nuestra cultura popular y nuestra historia. Pretendemos que este sitio sea visto como un espacio donde la solidaridad y el compromiso social sea nuestro puente con América Latina”.
La Casa de Córdoba en Israel promueve actividades culturales ligadas a la música, el teatro y la poesía.
Han pasado por su escenario artistas de Argentina, Chile, Uruguay, Cuba y Brasil, así como una francesa cantante de salsa y una inglesa que interpreta charleston.
“Comenzamos hace unos tres años -continúa Diego- en el patio de nuestra casa -en Gan Yavne, frente a Ashdod- a realizar una vez por mes peñas, un estilo de encuentro muy cordobés.
Gracias al esfuerzo familiar y la repercusión que viene teniendo los encuentros, Diego cuenta que “ya logramos que la Histadrut (Central de los Trabajadores en Israel) nos de un espacio para funcionar que estamos viendo cómo adecuarlo”.
Los principales pilares de este esfuerzo independiente son los mismos integrantes de la familia, su esposa Ana y sus cuatro hijos: Simón de 17, Guillermo de 15, Lucía de 10 y Ariel de 3 (el único israelí de pura cepa dado que hace 5 años Diego y su familia partieron rumbo a Israel).
“Las peñas van corriendo de boca en boca, así que debimos organizar servicios de transporte desde distintos puntos del país. Por favor, poné que los interesados pueden comunicarse con el 0547-552042/32 y que el precio de la entrada es de 50 shekels e incluye vino, gaseosa, empanadas y choripán con chorizos caseros ciento por ciento prohibidos (agrega risueño este cordobés que no dejó en su provincia ni siquiera la picardía cordobesa).