El texto, que no ha podido ser autentificado pero que aparece en una web utilizada por algunos de los grupos armados iraquíes para atribuirse la autoría de sus acciones, no especifica ni cuándo, ni dónde, ni qué tipo de heridas sufre Zarqaui. «La herida de nuestro dirigente es un honor y una razón para apretar la soga a los enemigos de Dios, una razón para multiplicar los ataques contra ellos», señala el mensaje.
El grupo de Zarqaui, por el que Estados Unidos ofrece una recompensa de 25 millones de dólares se ha responsabilizado de gran parte de los atentados cometidos en Irak, así como del asesinato de varios rehenes occidentales.
A principios del corriente mes de mayo corrió el rumor, que no pudo ser confirmado, de que el terrorista jordano había ingresado en un hospital de la ciudad de Ramadi, al noroeste de Bagdad, donde supuestamente recibió tratamiento por varias heridas de guerra. El Ejército de Estados Unidos rastreó entonces, sin éxito, varios centros médicos de la zona.
El portavoz del Ejército americano en Irak, el coronel Steve Boylan, aseguró desconocer si Zarqaui estaba herido, aunque no descartó que el comunicado fuera una artimaña de los rebeldes para crear más confusión. Boylan dijo que, mientras Zarqaui no sea capturado o muerto, seguirá en el punto de mira del Ejército estadounidense. «La caza continúa» aseguró el militar. Desde Washington, otros responsables estadounidenses aconsejaron adoptar «una actitud prudente».
Por su parte, el general iraquí Wafiq al Samarie, consejero de seguridad nacional de la presidencia, reveló a la televisión qatarí por satélite Al Jazira que, hace tres días, las fuerzas de seguridad iraquíes capturaron a uno de los más cercanos colaboradores de Zarqaui. «Él nos dio información. El anuncio de la muerte o captura de Zarqaui no está lejos», vaticinó.