Entre tanta cosa dicha, se hace difícil ser creativos a la hora de expresar algo tantas veces pensado y transmitido.
Una posibilidad sería decir que la bomba convirtió nuestra realidad en un enorme rompecabezas, con muchísimos pedazos para ordenar y sin una foto de guía, para saber cómo se reconstruye.
Entonces, nos juntamos a pensar cómo lo rearmamos, sabiendo que nos van a faltar las partes más importantes, que son los seres que perdimos aquel día.
Luego empezamos a darnos cuenta que los pedazos que debía aportarnos la justicia, no aparecían y debíamos buscarlos y exigirlos por nuestra cuenta.
Contábamos con el aporte de nuestros líderes comunitarios, pero estos decidieron armar una nueva foto, parecida a la que querían los gobernantes, donde se reconstruía rápidamente el edificio sobre los restos de los muertos sin ninguna base sólida que lo mantenga.
Cualquiera que alguna vez armo un rompecabezas sabe, que si le esconden las piezas y no le muestran la foto del modelo, es casi imposible tener éxito.
Sin embargo, hoy después de tanto tiempo, pudimos armar algo bastante parecido a lo que debería ser.
La foto que ya nos aparecía hace por lo menos 8 años es la que hoy, la gran mayoría acepta como la más parecida a la verdad.
En nuestra reconstrucción no entraron nunca ni Galeano, ni Menem ni Beraja por nombrar solo algunos.
Pero sí nos han ayudado muchos que nos trajeron algún pedacito de verdad que encontraron por ahí.
Muchas entidades de Derechos Humanos, muchos compañeros que vinieron cada lunes a la plaza, muchos artistas que nos acompañaron en cada uno de nuestros emprendimientos y mucha gente que de alguno u otra manera, entendieron que Memoria Activa trata de rearmar lo que pasó para entenderlo y que no vuelva a ocurrir.
El próximo 17 nos volvemos a juntar en la plaza, y la presencia de cada uno de ustedes es imprescindible para aportar a esta construcción.
Y hoy a 10 años, cuando parece que nuestro Gobierno tiene un poco más de ganas que los anteriores, de ver dónde nos escondieron las partes que nos faltan, sería muy reconfortante que nos ayuden a resolver este dilema que parece interminable. Como ya dijimos, hay 85 partes que son irrecuperables. Que por lo menos no nos falten las que corresponden a la verdad y a la justicia, para que todo nuestro trabajo no haya sido inútil y no tengamos que armar el rompecabezas que más le gusta a los asesinos y a sus cómplices: el de la impunidad.
Justicia Justicia Perseguirás.
