1- ¿Cuál es el estado actual del vínculo entre Israel y la Autoridad Palestina?
Lo que no está absolutamente claro es lo que ocurre con la Autoridad Palestina (AP), o lo que queda de ella, o qué es lo que pasa con nuestra “política” si es que esa palabra es posible, para definir lo nuestro frente a la AP
“Lo que pasa”, es una expresión muy fuerte, e incluso, optimista. Más bien digamos que la calle árabe está preocupada, hoy, más por la última mamografía de Arafat que por el ‘Mapa de Rutas’. Y no solo ellos: de nuestro lado, Sharón seguro que revisa los resultados del último estudio de orina y el electrocardiograma de Arafat (el servicio secreto israelí es muy eficiente), aún antes de tomarse el cafecito de su desayuno.
2- ¿Cuál es su estado de salud?
Razonable para una persona de su edad. Un poco gordo, los ojos inflamados, colesterol alto, y no sería sorprendente que hubiese un eczema mínimo en las ingles. Ninguna prueba clínica de cursar un cuadro demencial. Por el contrario: dicen que cada vez que hay una escalada en el nivel de violencia en el conflicto del Medio Oriente, el Rais rejuvenece -disminuye el nivel de colesterol en la sangre, se expanden la entrada de sus fosas nasales, se incrementa el porcentaje de oxigeno ingresado y eso le da diez años de fuerza suplementaria a sus tejidos-.
Si ese es el caso, todo progreso de paz deberá esperar unos años (hay que esperar la guerra de sucesión y …)
Por supuesto, los más allegados dicen que nos va a sepultar a todos. Los ‘Sharoness’ y los ‘Bibis’ van a envejecer esperando verlo irse.
– Perdón, ¿estábamos hablando de Arafat? No, de los nuestros.
Decíamos, deberíamos referirnos al “estado de enfermedad”de Arafat, y no a su estado de salud: son dos cosas distintas, no es lo mismo. Nuestro programa de gobierno depende de eso, nuestras estrategias supremas dependen de ello.
Por un lado, se cree que una enfermedad terminal está consumiendo todos sus órganos internos, lo que implica un riesgo al futuro de los asentamientos, en el caso de que tengamos que llevar a cabo negociaciones con sus sucesores. Por otro lado, es probable que tenga un granito en el cuello, un descubrimiento que traería una sensación de alivio en las oficinas del Primer Ministro, donde creían que estaban a punto de perder su coartada. Mientras Arafat esté al mando no tenemos que devolver nada.
La verdad, probablemente, esté a medio camino.
3- ¿Pero que dicen los médicos?
Hay un doctor jordano, que fue enviado especialmente por el Rey Abdallah, que sostiene que todo se debe a una acumulación masiva de cera en sus oídos. La inteligencia militar israelí, sin embargo, sostiene que ese diagnóstico no vale porque el jordano es, en realidad, un licenciado en semiótica y literatura comparada.
Hay también dos médicos iraníes exiliados en Irak que sostienen que el temblor de las manos de Arafat, y la picazón que recientemente sufre Ahmed Qureia (Abu Ala) certifican el colapso de los vasos sanguíneos y el sistema cloacal de la Autoridad Palestina.
Amos Gilad, explicador nacional israelí, durante su ejercicio de meditación trascendental de la semana declaró que los días del hombre están contados. Así que es difícil de pronosticar. Por las dudas, si se trata de una úlcera de duodeno terminal, el comandante en jefe de las fuerzas armadas israelíes ha convocado cinco batallones de reservistas.
4- ¿Pero que pueden hacer cinco batallones de reservistas contra una ulcera duodenal?
No deseo ni pensarlo, pero creo que el Ejército se está preparando para el caso de que Arafat gatille el sucio truco de morirse así nomás, de muerte natural.
Una fuente segura garantiza que la inteligencia militar israelí atormenta a sus mejores cerebros tratando de prever qué clase de señal será capaz de dejar Arafat a los Tanzim y la Jihad Islámica por medio de alguna clase de astuto lenguaje corporal cuando caiga en estado de rigor mortis.
El director de la Inteligencia Militar, Ze’evi Farkash (Aharon), se está ocupando personalmente del posible color de la cara: está seguro que con alguna sucia táctica, le de luz verde al terrorismo. Es por eso que estamos tramando la posibilidad de un “asesinato selectivo”. Podríamos disculparnos diciendo que fuimos a buscar a unos Tanzim y Arafat se interpuso. Podríamos hasta pedir disculpas.
5- Pero, un momento, ¿por qué habría de haber una ola de terrorismo después de su muerte natural ?
¿Acaso hay algo que no produzca una ola de terrorismo?
En la calle árabe creen que la muerte de Arafat será motivo suficiente para incriminar a Israel que, finalmente, tendrá la culpa de su muerte de una manera u otra.
Cualquiera que entienda lo que pasa de nuestro lado sabe que nada preocupa más al actual Gobierno israelí que un cambio tranquilo en el gobierno de la Autoridad Palestina (AP). Ello obligaría a negociar, e incluso a retirarnos de los territorios. Los rumores que circulan no son ninguna maravilla. Una fuente de la AP asegura que Israel está lista para implementar la decisión de expulsar a Arafat de la Franja de Gaza en cualquier momento.
En cuanto a asesinarlo, eso también depende de si los Estados Unidos están demasiado ocupados en Fallujah (Irak) y nadie mira para este lado en el momento justo. Se acercan las elecciones y eso es como el gallo que deja el gallinero.
6- ¿Cómo harían algo así?
Después de todo, no es tan sencillo expulsar o asesinar a Arafat, o lo que queda de él. Aún está en la Mukata, o en lo que queda de ella…
Exactamente: el rumor dice que para evitar disturbios en la calle palestina y una ola de furor internacional, Israel ha decidido una política de “hechos consumados”: ‘lo vamos a expulsar gradualmente a lo largo de unos pocos meses’.
7- ¿Cómo alguien puede ser expulsado gradualmente?
Usando la táctica del salame, por rodajas. Empezamos, por decir algo, con el apéndice, cuya ausencia nadie notará. Luego procedemos a expulsar algunos órganos cuya ausencia no despierte sospechas, incluso entre sus confidentes más cercanos: el corazón, por ejemplo, y ciertos lóbulos del cerebro. Proseguiríamos con una oreja, un pulgar, y así hasta expulsar completamente al sujeto en cuestión. La ventaja estratégica que se puede cosechar de esa manera es que no hay necesidad de negociar nada con sus sucesores, y no hay que andar tirándolo por el barranco. Y siempre nos quedaría alguna parte para expulsar ante el próximo atentado suicida. Después de un atentado grande, expulsamos el intestino. Así nomás, sin las ambivalencias que sufre la oficina de Sharón por estos días (que lo echamos, que no lo echamos).
8- ¿Acaso no es esta la misma fuente de la ambivalencia del actual gobierno de Abu Ala?
Obviamente. Nadie espera que Sharón no sea ambivalente y considere poco confiable a alguien al que le da lo mismo que lo llamen «Abu Ala» o «Ahmed Qureia.»
Por la misma razón, Abu Mazen, que presuntamente se llamaba también «Mahmoud Abbas», nunca tuvo una mínima chance de éxito. Es lógico que Sharón mismo exprese públicamente sus dudas y sentimientos de desprecio y animosidad por Arafat («el perro»), o por la izquierda israelí («esos traidores») o por Abu Mazen («ese pequeño pollo sin plumas»).
Para quedar en el lado seguro, la oficina del Primer Ministro decidió llamar a Abu Ala con el nombre de «Mahmoud Abbas» con la esperanza de que nadie sepa, del lado palestino, de quién cuernos se trata. Porque, después de todo, ¿qué diferencia hay? Igual están todos enfermos allí de todas maneras, incluyendo a todos esos Abu-algo, todos le tienen miedo a Arafat, y tienen miedo de su propio pellejo, todos están a favor del derecho al retorno, todos descalificados por Israel de que son unos verdaderos nazis o que no son interlocutores válidos, esos que estamos esperando todavía, y todos ellos igual tienen dos nombres…
9- Excepto Rayub y Dahlan. Eso. Hablando de ellos, ¿cuál es su situación en este momento en el balance de fuerzas dentro de la AP?
Es más o menos así: Rayub se recupera bien de la reciente seria enfermedad de Abu Mazen; aunque no podríamos decir lo mismo de Dahlan, cuya glucemia y tensión arterial aumentan dramáticamente después de su reunión con Saeb Erekat, confidente de Arafat, que a su vez es el enlace con los israelíes en las conversaciones de…
10- ¿Qué conversaciones?
¿Qué más da? ¿Cuál es la diferencia? Fuentes seguras del Consejo Nacional Palestino dicen que el punto sin retorno del poder interno fue el cachetazo en la cara que le propinó Arafat a Rayub, una clara señal del Rais de que se ha convertido en un confidente de confianza
En el mismo momento en que Arafat le apuntó a la cara con su pistola, Rayub supo que el portafolio de la seguridad palestina estaba en su bolsillo.
En contraste, cuando «Abu Amar» trato de escupir sin éxito a su leal, el General Nasser Yusuf, Dahlan, supo que no tenía chances de encabezar el Consejo Nacional Palestino, que está subordinado al Consejo Legislativo, que está tratando de torpedear el deseo de Yussuf de encabezar el comité de negociaciones de Erekat, el confidente leal de Arafat, que …
– Un momento, es un poco difícil seguir esto…
No hay nada que seguir. Dahlan, por ejemplo, supo que su suerte estaba echada cuando Arafat le regaló una sonrisa, le estrechó la mano y le dijo emocionado que a partir de ahora, él era su confidente leal. En el lenguaje corporal de Arafat, eso significa liquidarte.
Esas fueron sus mismas palabras con Abu Mazen: quiere decir “estas despedido”.
Es realmente interesante cómo han desaparecido todos. La forma en que se han rechazado todas las alternativas, las opciones…
11- ¿Es que nunca dicen la verdad?
Depende: en Israel tenemos cientos de especialistas en arabismo. Están dedicados a explicar qué dicen los árabes cuando dicen lo que dicen. Qué denotan, qué significan, pero hay una versión más sencilla y más allá de tanta complejidad. Mire por ejemplo el caso de Tarek Aziz. El tipo que salió a dar la cara por Saddam Hussein cada vez que se armó la podrida en el Golfo.
La primera vez, el tipo dijo a quien quisiera escucharlo que si empezaba la guerra, nos tiraban con los Scuds. Nuestros especialistas lo consideraron un mentiroso. Y nos tiraron con lo que tuvieron a la mano. Por suerte, las cabezas de los misiles estaban vacías.
Hace poco, en la segunda vuelta de la fiesta del Golfo, sale de vuelta ante las cámaras y dice que Irak no tiene la menor intención de atacar a Israel (ni tiene con qué). Nuestros especialistas consideraron que el mentiroso, esta vez, nos tiraba con todo, nos fuimos todos a los refugios a esperar que pase la Guerra del Golfo II, y el hombre nos había dicho la verdad: ni pio.
Arafat mismo, tan taimado con sus propios palestinos, cuando enfrenta una cámara de la CNN, habla claro como el agua: queremos que vuelvan a las fronteras del ´67, que vuelvan los refugiados y la partición de Jerusalem. Y si lo apuran, dice que los palestinos no son terroristas, sino mártires.
Nuestros arabistas le dan vueltas al asunto y retuercen el pescuezo de cada letra para buscarle un sentido oculto, pero todo esta allí, a la vista.
12- ¿Dónde van todos los gansos cuando se hiela el lago?
Dicen que hay un lugar en algún lado -¿será en Shangri-La o en el Tibet o en Suiza?-.
O quizás haya un centro interdisciplinario en el centro del centro del país. Y quizás allí estén todos, todos los Nusseibis y los Beilins y los Abus, discutiendo y contándose chistes, inventando formulas, comiendo humus, alguno usando kipá sobre la cabeza, firmando peticiones, dictando manifiestos, acordando, negociando, tomando jugo de naranja y comiendo y riendo y riendo… hasta que alguien los interrumpa para pedirles que prendan la televisión para ver el último atentado suicida de ellos o el último asesinato selectivo nuestro.
O hasta que se filtren sus acuerdos, y Sharón y los suyos digan que es un delirio que atenta contra la seguridad del Estado de Israel, mientras del otro lado Arafat, con una tenue sonrisa, repudia el atentados contra civiles.