Sharón poseía el apoyo del resto de los hombres de mayor influencia sobre las bases del Likud, incluso de “Bibi” Natanyahu.
Ese proyecto incluye la retirada de colonos y militares israelíes de la Franja de Gaza, a cambio de reforzar la anexión de asentamientos ubicados en Cisjordania y el rechazo al retorno de palestinos que resultaron sometidos al exilio forzoso en 1948-1949.
Además, crea condiciones para invadir militarmente los territorios de la Autoridad Palestina (AP) en caso de que consideren que existe algún peligro para la seguridad israelí.
Ese plan tampoco tiene en cuenta la institucionalidad y legitimidad de la jefatura palestina como interlocutores y para tomar decisiones de alto nivel, como son las relativas a la paz regional.
Netanyahu, actualmente ministro de Finanzas, puso como condiciones que los puestos que unen a Israel con la Franja de Gaza fueran controlados por fuerzas del ejército.
El canciller Shalom aplaudió el aval dado por Estados Unidos al plan de Sharón.