Abdel Aziz Rantisi, líder de Hamas, fue asesinado por un misil israelí disparado desde un helicóptero en la franja de Gaza. Rantisi, de este modo, corrió la misma suerte que el jeque Yassin, a quien había sustituido y que fuera asesinado durante el mes de marzo del mismo modo que su sucesor.
La Administración Palestina llamó cado a la resistencia y vinculó la acción al apoyo estadounidense a Israel.
El misil israelí, que alcanzó el coche en el que se desplazaba Rantisi por la franja de Gaza, mató al líder del Hamas, a hijo Mohamed y a un guardaespaldas.
Rantisi, junto a Arafat, según los dichos de integrantes del gabinete israelí, era uno de los principales objetivos humanos de Israel tras el asesinato del jeque Ahmed Yassin, fundador de la organización islamista responsable de atentados suicidas contra israelíes.
El coche explotó tras el impacto, poco después de que el líder de Hamas hubiera subido en él. Al principio, Rantisi, quien ya había salido ileso de un atentado semejante, sobrevivió al ataque, pero murió cinco minutos después de haber ingresado en el hospital.
Desde que asumió el relevo de Yassin, Rantisi vivía oculto entre la población civil de Gaza.
Rantisi fue detectado por un avión sin piloto israelí, encargado de localizarlo. Cuando lo detectó inmediatamente activó el ataque.
Como ya es costumbre también, tras el asesinato se dispusieron -en todo Israel- las medidas de alerta máxima.
Condena múltiples
Yasser Arafat expresó su “rotunda condena” al asesinato de Rantisi. El gobierno palestino difundió un comunicado apelando a “la resistencia como nuestra única vía. Despidiendo a un combatiente con coraje, el presidente Arafat y el gobierno palestino reafirman que los crímenes de la ocupación no harán sino reforzar nuestra resistencia contra la barbarie.”
El primer ministro palestino, Abu Ala, no dudó en acusar a la Administración Bush de estar detrás de esta acción: “Ha sido el resultado directo del apoyo norteamericano y de su parcialidad a favor de Israel”.
Diversos gobiernos condenaron, también, la acción israelí.
El canciller británico, Jack Straw, afirmó que se trataba de “una acción ilegal, injustificada y contraproducente. El Gobierno británico ha denunciado clara y repetidamente que este tipo de asesinatos selectivos son ilegales”.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, dio a conocer la posición oficial de los Estados Unidos respecto al asesinato de Rantisi. “Estados Unidos está profundamente preocupado por la estabilidad y la paz regional”, dijo McClellan.
La consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, negó que Washington hubiese estado informado anticipadamente del atentado.
De todos modos, y más allá de las declaraciones, ni Rice ni McClellan condenaron la muerte de Rantisi.
El canciller egipcio, Ahmed Maher, acusó a Israel de “matar las posibilidades de paz y precipitar la región hacia el abismo”. Maher especuló sobre la opción de que Egipto rompiese relaciones diplomáticas con Israel, pero no concretó más sobre el asunto.
Yemen acusó directamente a Estados Unidos de los “asesinatos selectivos” israelíes. “Estados Unidos -dijo el canciller Abubakr Al Oibri- es responsable de lo que está pasando, pues cada vez que Sharón va a Washington, comete más terrorismo y violencia.”
En El Líbano, el gran ayatolá Mohamed Hussein Fadlallah -guía espiritual de más de un millón de chiítas libaneses- hizo un llamamiento para “salir a la calle a protestar” por el asesinato y dijo que eso era la obligación de los musulmanes.
El asesinato de Rantisi también fue condenado por Irán, Turquía y otros países islámicos como Malasia. El primer ministro malasio, Abdullah Ahmad Badawi, que preside la Organización para la Conferencia Islámica, habló del deterioro de la situación que acaecerá luego de la muerte de Rantisi.
El flamante ministro de Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, subrayó que las “ejecuciones extrajudiciales obstaculizan la creación de un clima de paz y convivencia” y perjudican el diálogo.
Cien ataques
Mientras los palestinos salieron tomaron las calles de Gaza para acompañar los restos de Rantisi -al grito de “Alá es grande”-, el Hamas nombró un nuevo líder en secreto para evitar que sea nuevamente asesinado.
La decisión sin precedentes de nombrar en secreto al nuevo líder fue adoptada por el jefe del Comité Político del Hamas, Jaled Mashal desde Damasco.
La multitud acompañó el cuerpo de Rantisi, cubierto por una bandera verde del Hamas, hasta la mezquita central de Gaza y al cementerio.
Hamas publicó un comunicado en el que promete que la venganza consistirá en “100 ataques que harán temblar a la entidad criminal.”
Medios europeos especulan que el próximo líder del Hamas podría ser Majmud El Zahar, médico como Rantisi y uno de los pocos fundadores de la organización que continúan con vida.
Al Zahar fue uno de los dirigentes más destacados de los 415 integristas deportados por el Gobierno de Yitzhak Rabin en 1992 a El Líbano. Durante el acto celebrado en la mezquita central, Al Zahar declaró que “en el momento adecuado Hamas reaccionará con toda la fuerza contra Israel”.
La AP, por su parte, declaró tres días de duelo oficial por la muerte de Rantisi.
Sharón, por su parte, aseguró que Israel continuará con su plan de retirada unilateral de la franja de Gaza y con la guerra contra las organizaciones terroristas, y que finalizará el llamado “Muro de defensa”.