El general Ricardo Sanchez, responsable de las tropas estadounidenses, ha explicado que los soldados españoles y ucranianos se hallan acuartelados en sus bases, en las afueras de ambas ciudades.
Cazabombarderos F-16 norteamericanos han reanudado sus ataques sobre la ciudad de Faluya, considerada un feudo de la resistencia iraquí, reforzando -así- las operaciones terrestres con las que penetraron en el núcleo urbano de la ciudad en busca de los responsables del asesinato -el pasado fin de semana- de cuatro civiles norteamericanos.
Habitantes de Faluya afirmaron que los rastreos, principalmente, se realizan en las mezquitas, donde se sospecha que se han refugiado grupos iraquíes.
Las fuerzas estadounidenses han penetrado en la ciudad después de tres días de asedio durante los que han librado duros enfrentamientos con civiles armados.
Se informó que más de 250 iraquíes han muerto en los choques registrados con las tropas norteamericanas en los últimos días en la ciudad y sus alrededores.
Combatientes iraquíes, por otro lado, han destruido un convoy estadounidense en las proximidades de la localidad de Abu Gharib, conformado por un camión cisterna y dos vehículos pesados con remolque.
Rehenes españoles
La milicia chiíta de Moktada Al Sadr, por su parte, anunció que tiene rehenes españoles y «posiblemente americanos», a los que pretende intercambiar por uno de sus jefes en Nayaf, Mustafá al Yaakubi, detenido por tropas de los Estados Unidos.
«Mantenemos rehenes de la coalición, en su mayoría españoles y es posible que también algún soldado americano, que queremos intercambiar especialmente por Mustafá al Yaacubi», declaró un responsable del movimiento, Amar al Husseini, en el cuartel general chiíta de Sadr City.
Sin embargo, los responsables de la Brigada Plus Ultra, que reune a las tropas españolas en Irak, negaron que soldados españoles se encuentren en manos de grupos iraquíes.
Cuestionamientos
A un año de la invasión a Irak, Bush hijo y su administración están severamente cuestionados en varios frentes.
Condoleezza Rice, su consejera de Seguridad, se presenta ante la comisión que investiga el grado de alistamiento de los Estados Unidos ante las amenazas terroristas recibidas antes del 11-S en Nueva York y Washington.
Rice tratará de contrarrestar la impresión de que hubo negligencia a la hora de analizar los datos y valorar los riesgos. Según algunos testimonios había suficientes elementos como para tomar medidas que, quizá, podrían haber evitado los atentados. Tiene que explicar comentarios sobre su desconocimiento de datos de inteligencia que anticipaban la posibilidad del uso de aviones comerciales por parte de terroristas y debe ratificar o rectificar sus críticas a la CIA.
Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa, reconoció que las fuerzas estadounidenses están enfrentando “serios problemas” en Irak. A pesar de ello, dijo que la situación es controlable y que las tropas de la coalición “no permitirán que la insurgencia iraquí logre descarrilar” los esfuerzos de reconstrucción del país.
El senador por Virginia, Robert Byrd, decano de los legisladores del Partido Demócrata, reclamó el retiro de las tropas de Estados Unidos de Irak frente al reciente rebrote de violencia y al aumento de las víctimas estadounidenses. “La penosa realidad es esta: un año después de la caída de Bagdad, Estados Unidos debería trabajar hacia una estrategia de salida” de Irak, no buscar una fórmula para llevar tropas adicionales a Irak”, advirtió. “Estados Unidos necesita un ‘Mapa de Rutas’ para Irak”, agregó.
