Estados Unidos explicó su decisión de vetar la decisión en una declaración previa al voto de su embajador ante la ONU, John Negroponte, quien estimó que la propuesta «no refleja la realidad de Medio Oriente» ni menciona los ataques cometido por Hamas.
Negroponte reconoció que la muerte de Yassin puede suponer una escalada de la violencia en la región, pero que hay que considerar «los acontecimientos en su contexto» y que Hamas es una organización terrorista «dedicada a la destrucción de Israel».
El diplomático estadounidense estimó que la resolución era «tendenciosa y desequilibrada», y que no ayuda a avanzar en los esfuerzos de paz en la región.
Para que fuera equilibrada -explicó el americano- debería de evaluarse el contexto en el que se produjo el asesinato del jeque Yassin, lo que hubiera requerido condenar -también- los ataques perpetrados por Hamas en el puerto de Ashdod, en el que perdieron la vida once israelíes.
Negroponte, además, reiteró el apoyo al llamado “Mapa de Rutas” como camino hacia la paz en la región.
