Declaración de Meretz Argentina acerca del atentado contra la vida de Ahmed Yassin:

¿Para Qué?

En relación al asesinato “selectivo” del líder del Hamas en Gaza, Ahmed Yassin, (donde murieron ocho palestinos y 18 más fueron heridos), Meretz Argentina se pregunta: ¿para qué?

El gabinete del Gobierno israelí, tras un atentado en el puerto de Ashdod (que pudo ser peor), tomó la decisión del “asesinato selectivo”. Después de los misiles, nos recordaron que Yassin era la quintaesencia de la posición anti israelí, que niega nuestro derecho a la existencia. Que Yassin, básicamente, tenía “las manos manchadas de sangre”.
De esa manera, ante el pueblo israelí y el mundo, Sharón justifica su orden de enviar los helicópteros de las Fuerzas de Defensa de Israel para lanzar sus misiles sobre un “objetivo selectivo”.

¿PARA QUE?, preguntamos:
¿Para traer paz y seguridad al Estado de Israel y al Pueblo Judío en la Diáspora?
¿Para negociar desde una posición de fuerza con alguien?
¿Para mejorar nuestra imagen frente al mundo enseñándole cómo debe ser la lucha contra el terrorismo?

Meretz Argentina no se olvida de los atentados que sufrimos de nuestro lado y los condena con firmeza.
Pero ante cada escena de violencia reafirmamos que debemos volver a caminar hacia la paz: salir de los territorios ocupados, levantar los asentamientos.

Meretz Argentina pregunta ¿PARA QUE?, porque está convencida que actos como éste sólo traerán más sangre, sepultarán todo dialogo posible y hundirán las esperanzas por un futuro de paz en un pantano de odio y crueldad sin límites para los pueblos que habitan el Medio Oriente.

Meretz Argentina desea recordar que NO TODOS los ministros del gabinete israelí votaron afirmativamente por este asesinato.
Que nos avergüenza a nosotros, y a todos los que se encuentran en la oposición, en el “campo de la paz” en Israel, y que no avalan esta clase de represalias salvajes, absolutamente objetables y reñidas con el derecho internacional.
Los que votaron la decisión de este “asesinato selectivo”, con Sharón a la cabeza, nos llevan a un callejón sin salida.
No sólo se equivocan: nos llevan a lo peor.