Tres explosiones sucesivas se registraron en el barrio de Sudanía, al norte de Gaza, donde se encuentran las sedes de los servicios navales palestinos y el de las fuerzas de la seguridad nacional, que resultaron destruidos.
Fuentes palestinas indicaron que los proyectiles fueron lanzados por dos barcos de guerra israelíes desde el Mediterráneo que baña las costas de la franja, apoyados por dos helicópteros Apache.
Poco después, más de una veintena de tanques israelíes entraron en un campo de refugiados, en las afueras de la población de Jan Yunes, situado frente a un asentamiento judío, al sur de la franja de Gaza.
Un palestino fue abatido entre Rafah y Jan Yunes por el Ejército israelí. El Ejército sostiene que el palestino trataba de infiltrarse en el asentamiento judío de Morag, al sur de la franja de Gaza, por lo que mantiene retenido su cuerpo.
Este espiral de violencia se produce luego del asesinato del jeque Ahmed Yassin, quien fuera alcanzado por misiles disparados desde helicópteros israelíes cuando salía de la mezquita de su barrio, en Sabra.
También se anticiparon ataques al sur de El Líbano, esta vez el objetivo fue un grupo de milicianos que estaban preparando un ataque con cohetes contra suelo israelí.
El ataque -según da cuenta el periódico israelí “Haaretz”- se dirigió contra una «célula terrorista”.
Alerta Máxima
Israel se encuentra en alerta máxima. El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, ordenó el incremento de la seguridad ante segura escalada de los ataques terroristas por venir.
El Gobierno de Ariel Sharón, que ya advertió que no pondrá fin a los “ataques selectivos”, ordenó reforzar la seguridad en todo Israel, especialmente en colegios, centros comerciales, organismos públicos, paradas de autobuses y en sus embajadas de todo el mundo ante la amenaza de Hamas de provocar un baño de sangre entre sus ciudadanos.
El Ejército cerró herméticamente los territorios de Gaza y Cisjordania y reforzó la vigilancia en las principales ciudades del país. La policía canceló las vacaciones de todo su personal de modo de poder sostener su dispositivo de seguridad en el máximo nivel durante varias semanas.
