Jeque Ahmed Yassin, líder de Hamas:

Fue muerto en un ataque selectivo

El fundador y jefe espiritual de Hamas, el Jeque Ahmed Yassin, fue muerto hoy por la mañana, lunes 22 de marzo, en una operación de ataque selectivo efectuada desde helicópteros israelíes donde murieron también otras siete personas. Yassin, de 67 años, fue muerto a la salida de la mezquita del barrio de Sabra en Gaza en un ataque realizado desde un helicóptero israelí. La muerte violenta de Yassin ya ha provocado innumerables amenazas de venganza y una fuerte tensión en los territorios palestinos que, como primera medida precautoria, hizo poner en alerta máxima a las fuerzas de seguridad israelíes y el cierre de la frontera. El ataque provocó otros siete muertos y quince heridos, entre los cuales dos hijos del Jeque Yassin.

Una hora más tarde del ataque, el ejército israelí confirmó -a través de un comunicado oficial- su responsabilidad en el ataque que le valiera la vida a Yassin mientras que miles de palestinos salían a las calles para manifestar su cólera y deseo de venganza.
«Jeque Ahmed Yassin, el jefe de la organización terrorista Hamas, responsable de numerosos atentados y de la muerte de numerosos ciudadanos de Israel y de extranjeros, fue muerto una operación del ejército israelí, esta mañana (lunes), en el norte de la franja de Gaza», indicó el texto del ejército israelí.
Según la radio pública israelí, el primer ministro israelí Ariel Sharón dio personalmente su autorización para el asesinado de Jeque Yassin y supervisó la operación.
El gabinete de seguridad israelí había decidido intensificar sus operaciones contra los movimientos radicales palestinos en represalia a un doble ataque en el puerto israelí de Ashdod que había provocado diez muertos además de sus dos autores.

Sin inmunidad

«El jeque Yassin merecía la muerte por todos los atentados terroristas cometidos por Hamas», declaró el viceministro israelí de la Defensa Zeev Boim, advirtiendo que ningún «responsable terrorista tiene el beneficio de la inmunidad».
Las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, brazo militar de Hamas, ya prometieron un «terremoto» como represalia.
«El que tomó la decisión de asesinar al jeque Ahmed Yassin decidió, de hecho, matar a cientos de sionistas», afirmaron las Brigadas.
El comunicado afirma que la réplica al asesinato de Yassin superará el marco de los territorios palestinos e Israel. «Todos los musulmanes en el mundo islámico tendrán el honor de participar en la réplica a este crimen. Desde ahora, la guerra está abierta con esos asesinos, esos criminales y esos terroristas», declaró por su parte el dirigente de Hamas, Abdel Aziz Al-Rantissi, en una declaración difundida por la cadena Al-Arabiya.
«No será una revancha sino una guerra abierta», agregó el responsable de Hamas, advirtiendo a los israelíes que «sólo tendrán seguridad fuera de Palestina».
El ministro palestino encargado de las negociaciones Saeb Erakat habló de «crimen innoble». Advirtió que había que esperar una escalada de la violencia y reclamó «una protección internacional» para los palestinos.

El futuro inmediato

Desde el momento en que se anunció su muerte, miles de palestinos comenzaron a converger hacia la modesta casa del jeque Yassin en el barrio Sabra de Gaza. Cientos de neumáticos, que despedían un humo negro y espeso, fueron quemados en las calles en signo de duelo.
La radio palestina, Voz de Palestina, difundía versículos del Corán y cantos patrióticos mientras que desde los minaretes de las mezquitas se anunciaba por altavoces el «martirio» del fundador de Hamas.
Las escuelas de la franja de Gaza fueron cerradas en señal de duelo.
En Washington, la administración estadounidense hizo un llamado a la calma. «El Departamento de Estado llama a todas las partes a permanecer en calma y a dar pruebas de moderación», manifestó un responsable del Departamento de Estado. «Examinamos las circunstancias y estamos en contacto con las autoridades israelíes y palestinas», dijo este responsable.

Sin unanimidad

Dos ministros del gabinete de Ariel Sharón, el responsable de Interior Avraham Poraz y el de Justicia Yosef Lapid, desaprobaron la acción que llevó a la muerte de Yassin.
“Muchos israelíes pagarán con la vida este homicidio” afirmó Poraz, y agregó que «ciertamente aquellos que están preparando actos de terrorismo son un blanco nuestro, pero Yassin no era una bomba lista para estallar. Tengo miedo de que hayamos abierto una fase en la que muchos morirán».
«Temo que la motivación de Hamás aumentará y que Yassin se convertirá en una especie de mártir… un héroe nacional para ellos y siento mucho decirlo, esto no evitará que Hamás siga adelante con sus actividades», concluyó Poraz.
Por su parte, el líder del nuevo partido de izquierda Yahad, el ex ministro de Justicia Yossi Beilin, también criticó el asesinato de Yassin, preguntándose «¿cuántos israelíes tendrán que pagar con sus vidas por este acto?». La muerte de Yassin «fue un error horrible que tendrá un fuerte costo para Israel» advirtió Beilin, subrayando que provocará un nuevo espiral de violencia en la región.

Más ataques

El primer ministro Ariel Sharón afirmó que Israel continuará su guerra contra el terrorismo, sugiriendo que podría haber más ataques como el que mató a Yassin a quien calificó de «architerrorista».
«La guerra contra el terrorismo no ha finalizado. Continuará día tras día, en todas partes», dijo Sharón dirigiéndose a legisladores de su partido Likud.
«Esta es una lucha difícil en que deben participar todos los países del mundo adelantado. Es el derecho natural del pueblo judío, como de todas las naciones del mundo que aman la vida, perseguir a aquellos que intentan destruirla», señaló el primer ministro israelí.

El funeral

Miles de palestinos salieron a las calles de Gaza para asistir al funeral de Yassin y repudiar por su muerte.
Una multitud de personas se reunieron en el hospital Shiffa -en Gaza- portando banderas verdes de Hamas, retratos de su líder asesinado y gritando consignas con las que clamaban venganza por su muerte.
Los miembros de la comitiva fúnebre, portando los restos de Yassin, y envueltos en banderas verdes, salieron del hospital mientras miles de militantes armados con rifles y lanzacohetes disparaban salvas al aire.