Fuentes policiales estudiaban la posibilidad de que los suicidas hubieran cometido un error, ya que al parecer accionaron las cargas explosivas antes de tiempo. Una hora después del doble atentado, hubo una tercera explosión en las instalaciones del puerto, que la policía calificó de «accidental».
Moshe Maradi, jefe de bomberos de la región sur, los kamikazes intentaron hacer volar los tanques de bromuro y otros productos químicos almacenados para provocar una catástrofe.
El puerto de Ashod es estratégico en las comunicaciones y en la seguridad de Israel y por ello su acceso está restringido. Es, además, donde tiene su base principal la Marina israelí, que elevó su nivel de alerta tras el ataque.
Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado de Al Fatah -grupo comandado por Arafat-, y el ala militar de Hamas se atribuyeron conjuntamente el atentado. Las organizaciones dijeron que los dos kamikazes fueron Nabil Salud y Mohamed Salem, oriundos del campo de refugiados de Yabalia, uno de los más pobres y poblados de los existentes en Gaza.
El atentado llegó en un momento importante dado que, producto del mismo, fue suspendido -indefinidamente- el encuentro que iban a sostener Abu Alá y su homólogo israelí Ariel Sharón.
Por su parte, el jeque Yasin, líder de Hamas, reivindicó el derecho de su organización a participar en el control de la Franja de Gaza una vez Israel abandone ese territorio