Cumbre europea sobre antisemitismo

Romano Prodi: “Las frustraciones del Medio Oriente abonan el antisemitismo”

Varios dirigentes de la Unión Europea (UE), entre ellos el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, han apostado por emprender acciones enérgicas y resolver el conflicto de Medio Oriente para evitar que resurja el antisemitismo en Europa. Distintos líderes de la comunidad judía discreparon de las palabras de Prodi y dijeron que no es que el antisemitismo pueda surgir en Europa, sino que ya lo ha hecho y que "las palabras no bastan". En el seminario "Europa contra el antisemitismo, por una Unión de la diversidad", el presidente del Ejecutivo comunitario, Romano Prodi, abogó por poner en marcha sanciones legales y acciones preventivas en el ámbito de la educación para luchar contra los actos antisemitas.

Prodi abrió el seminario -organizado por la Comisión Europea (CE) y el Congreso Judío Mundial-, al que asistieron destacadas personalidades políticas y religiosas para analizar cómo evitar el resurgimiento del antisemitismo en Europa.
En su discurso, Romano Prodi argumentó que las «frustraciones importadas» a Europa del conflicto no resuelto de Medio Oriente se traducen a veces en «actos antisemitas» y es necesario que esas acciones «sean sancionadas con severidad. Este tipo de antisemitismo representa un nuevo desafío para la Unión. Debemos movilizar todos nuestros instrumentos», dijo.
Prodi también pidió al Consejo de Ministros de la UE que adopte «con urgencia» la decisión-marco propuesta por la Comisión sobre la lucha contra el racismo y la xenofobia, e invitó a los Estados miembros elaborar «medidas y propuestas para combatir cualquier manifestación de racismo, xenofobia, antisemitismo, islamofobia e intolerancia».

Una flor, la mejor excusa

Cincuenta millones de flores fueron enviadas en un puente aéreo con ocasión del Día de los Enamorados desde Israel a Europa.
Israel, como afirman sus autoridades, está decidido a mejorar sus relaciones con el Viejo Continente.
Pero la apuesta va más allá de los responsables políticos. En esta empresa se han embarcado, también, personalidades de la cultura, líderes sociales, líderes del Congreso Mundial Judío, de la Liga Antidifamación y del Comité Judío Americano.
Las autoridades europeas, Romano Prodi, Javier Solana, los ministros de Asuntos Exteriores de los Quince, muchos de los que se sumarán al bloque europeo hasta convertirlo en Veinticinco han participado a conciencia y se han reunido con sus interlocutores (ministros como Nathan Sharansky, el titular de los Asuntos de la Diáspora, o el de Asuntos Exteriores, Silván Shalom; Edgar Bronfman, Cobi Benatoff, David Harris; políticos de la izquierda israelí, Abraham Burg; mitos de la lucha contra el antisemitismo como el premio Nobel, Elie Wiesel) para unir lazos, estrechar relaciones y sumar objetivos ante el futuro inmediato.

“La UE no es antisemita”

Las declaraciones europeas se suceden, casi siempre a la defensiva: “La UE no es ni antisemita ni antiisraelí”, dijo Javier Solana durante una cena que sirvió para inaugurar, en Bruselas, el Instituto Trasatlántico, creado por el Congreso Americano Judío, que dirige David Harris.
“Debemos unir nuestras fuerzas y luchar hasta la extenuación para erradicar el fenómeno creciente del antisemitismo en Europa”, señaló ayer Joschka Fischer, ministro alemán, durante el citado seminario que reunió a los máximos responsables de la UE con los de las comunidades judías en el mundo.

“El monstruo vuelve a acechar”

El presidente de la Rama Europea del CJM, Cobi Benatoff, les dijo a sus interlocutores que “les traemos un mensaje. El mismo es de advertencia para Europa. Nosotros, los judíos europeos, en estos tiempos no podemos vivir nuestras existencias cotidianas como lo hacen otros ciudadanos de Europa. Retornaron el antisemitismo y el prejuicio. Otra vez, el monstruo nos acecha”.
Benatoff exhortó a la Unión Europea que trabaje junto a las organizaciones judías con el fin de monitorear los incidentes antisemitas que se van produciendo; urgió a los gobiernos del continente que impongan penas más severas a los ataques antijudíos y hagan lo necesario para que la juventud europea reciba una mejor educación acerca del ominoso legado de siglos de persecución y discriminación en Europa.
El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, concordó con Benatoff: “La historia de Europa -dijo- está hecha de muchas páginas gloriosas, pero también de otras sumamente oscuras, de las peores formas de crueldad del hombre con el hombre. Nosotros hemos visto los campos de concentración, el exterminio en masa, el genocidio. No venimos aquí para golpearnos el pecho en público y luego no hacer nada al respecto”.

“Críticas motivadas por sentimientos antisemitas”

Romano Prodi les dijo a los participantes que si bien criticar políticas del gobierno israelí puede ser “una democrática expresión normal de desacuerdo”, empero “yo admito, y no lo puedo negar, que parte de las críticas que se vienen produciendo contra Israel están motivadas por sentimientos antisemitas y prejuiciosos, y esto hay que reconocerlo”. “Oímos expresiones provenientes del prejuicio antisemita. Presenciamos ataques contra sinagogas, profanaciones de cementerios judíos y agresiones físicas a judíos”.
También admitió Prodi que el conflicto israelo-palestino es canalizado por jóvenes musulmanes en Europa mediante la perpetración de acciones antisemitas que subliman así “la frustración social de las nuevas minorías” en el continente.
Cobi Benatoff ponderó el “coraje y visión” con que ahora actuó Romano Prodi, pero reclamó que la Unión Europea haga más de lo que hizo hasta la fecha. “Las simples palabras no bastan. Nosotros esperamos que las autoridades europeas adopten posturas severas”.

Dura crítica como antecedente

Un mes antes de la realización de este Seminario en Bruselas, el presidente del CJM, Edgar Bronfman y el titular de su Rama Europea, Cobi Benatoff, efectuaron una enérgica crítica a la Unión Europea por haber censurado ésta la difusión de un estudio revelador del involucramiento de minorías europeas en la comisión de actos antisemitas, y por haber publicado en cambio “un material inexacto y peligrosamente instigador” contenido en una encuesta de la opinión pública confeccionada por la Unión Europea que situó al Estado de Israel a la cabeza de la lista de naciones consideradas como una amenaza a la paz mundial. Por estos y otros desarrollos, Bronfman y Benatoff acusaron a Prodi de cometer “deshonestidad intelectual y felonía moral” en lo que se refiere a su actitud ante el antisemitismo.
Roger Cukierman, presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF), comentó a esto que “60 años después de la Shoá, Europa está presenciando nuevamente una ola de ataques antisemitas. La Comisión Europea tiene su cuota de responsabilidad en la falta de haber prestado la debida atención a este desarrollo en el debido tiempo”.
Ahora, en Bruselas, Romano Prodi -quien evidentemente admitió en la práctica las ásperas objeciones que le formuló el CJM-, cuando hizo uso de la palabra ante el seminario se comprometió a luchar por “una Europa de paz, de tolerancia, de respeto a los Derechos Humanos”.