Treinta y dos instituciones, representadas por la Asociación Israelita Sefaradí Argentina (AISA) se presentaron el pasado martes 3 de enero ante la sala II de Cámara Federal para expresar su apoyo al ex titular de la DAIA y presidente del liquidado Banco Mayo, Rubén Beraja.
El encuentro, que se realizó a puertas cerradas, fue entre los magistrados y el presidente de AISA, Ricardo Chueque , el presidente de la Congregación Sefaradí de Enseñanza de Culto y Beneficencia, Israel Suttón y los rabinos José Victor Chehebar y Abraham Serruyá, de la Comunidad Sefaradí de la Argentina y de la comunidad Sucath David de Buenos Aires, respectivamente.
“Nos mueve a dirigirnos a ustedes la plena convicción de que el doctor Rubén Beraja, no ha actuado con dolo, que no ha procurado la obtención de lucro legítimo, ni ha tenido la intención de perjudicar a terceros y menos aún que integrara una asociación ilícita”, explica un fragmento del escrito que cuenta con la firma de varias instituciones, centros religiosos y asociaciones sefaradíes, entre las que figuran: Jabad Lubavitch, Asociación Sefaradí de Beneficencia, Asociación Sefaradí Shebet Ahim, Asociación Retorna Israel, el templo Ieshurum, la comunidad Sabán, Hamakom Shelí, Agudath Israel, la comunidad israelita Ortodoxa, el centro comunitario Sucath David y Chalom, entre otras.
“Más allá de los errores y aciertos propios de todo ser humano, nos llevan a considerarlo un hombre de bien, comprometido con los intereses que le correspondía representar. Rechazamos enfáticamente el criterio de imputar al doctor Rubén Beraja por ser el jefe de una Asociación ilícita. Esta convicción se encuentra fundada en nuestro conocimiento personal y comunitario de quien, por más de treinta años, actuó en nuestras instituciones en la búsqueda del bien común” continúa el escrito.
En referencia a la caída del banco Mayo, las instituciones firmantes expresaron que Oyarbide, en su soledad y como consecuencia del contacto directo con la instrucción del proceso en el afán de impartir justicia, le dio importancia a los últimos acontecimientos del derrumbe y no sus verdaderos motivos. Y es por eso que hay hechos importantes, concurrentes y públicos que, como institución deben ser investigados. Uno de ellos es -según afirman en el escrito presentado- el préstamo del Banco Central, su motivación, y su rol en la aprobación de la adquisición del Banco Patricios, la afectación de la realidad económica del país sobre los activos de la institución y los destinos o destinatarios del dinero.
Refiriéndose nuevamente a Beraja, los dirigentes afirman que “la caída del banco Mayo ha destruido su prestigio, su obra cultural y su militancia social. Además, su exposición pública en ejercicio de la presidencia de la DAIA en época de los atentados a la Embajada de Israel y a la sede de la AMIA lo llevaron en las actuales circunstancias, a ser preso de su propia imagen y no un peligro para la sociedad” continua el texto que, en todo momento, ratifica la presunción de inocencia de Beraja.
La Cámara Federal decidirá en Marzo si Beraja continuará preso, como lo hace desde el 29 de Diciembre del año pasado hasta la actualidad en una celda de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal, o si recuperará su libertad.
“En este duro momento para el doctor Rubén Beraja y su familia -finaliza el escrito- confiamos en el Todopoderoso para que ilumine a quienes deben juzgar su conducta y dejamos constancia que no olvidamos la labor desarrollada por él a lo largo de más de 30 años, tanto a nivel nacional como internacional en beneficio de la comunidad Judeo Argentina y de otras instituciones en representación de nuestro país”.
Eliaschev
«Abundan los obsecuentes que agasajan con fruición al poderoso -dijo Eliaschev- cuando éste parece eterno en su vigencia. Pero no se ve a menudo en el escenario de nuestra precaria civilidad que aparezcan los gestos vigorosos de la gratitud en medio de la desgracia, del reconocimiento en el contexto del infortunio.
«El Dr. Rubén Ezra Beraja está preso. Un juez federal cuya conducta no parece ser motivo de orgullo ni para la Justicia ni para la sociedad civil, así lo ha determinado. En este momento, quiero expresar, como judío argentino, mi recuerdo agradecido por todo lo mucho y bueno que el Dr. Beraja hizo por la educación, la cultura, el arte y la solidaridad, desde su gestión al frente del hoy desaparecido Banco Mayo, así como en innumerables tareas comunitarias.
«Ignoro la veracidad de las acusaciones que sobre él penden, pero sé de su fervor humanístico de toda una vida, su conocida convicción espiritual como judío observante y su compromiso con valores humanísticos proverbiales y eternos. Al frente de la DAIA, el Dr. Beraja cometió errores, seguramente, pero representó con altura, y en muchas ocasiones, a una colectividad a menudo confundida y en no pocas ocasiones ligera a la hora de los linchamientos mediáticos.
«Que se pruebe la verdad sobre lo que de él se dice, pero que conste que este hombre hizo mucho bien durante mucho tiempo. Muchos que de él recibieron apoyo y confort, hoy se callan la boca. Yo no.»
