El diplomático danés Poul Nielson, quien visitó durante tres días al territorio iraquí, opinó que Washington “se encuentra en camino, por medio de este asunto, de convertirse en miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo)”.
Más adelante afirmó que “quiere quedarse con el petróleo” de esa nación árabe y dudó que Estados Unidos continúe trabajando para devolver su control a los ciudadanos de ese país del Golfo Pérsico.
Tras sostener conversaciones con el administrador norteamericano para Irak, Jay Garner, el funcionario de la UE manifestó su inseguridad de que los ocupantes trabajen para cumplir lo anunciado sobre la devolución del territorio iraquí.
Nielson calificó de “lenguaje de cierta claridad” lo que denominó “escasa voluntad de darle a la ONU un papel verdadero, real, legal y sólido” en el caso de Irak.
No obstante, otros sectores de la UE se distanciaron de Nielson y un vocero de la Comisión Europea indicó que sus declaraciones constituían la opinión personal.
La difusión de los pronunciamientos del diplomático de Dinamarca coincide con la propuesta que Washington presentará este viernes, 16 de mayo, en el Consejo de Seguridad de la ONU respecto al levantamiento de las sanciones al país árabe.
En ese ámbito, el Departamento de Estado activará la solicitud de que el control, al menos durante un año, de los ingresos iraquíes procedentes de la venta de hidrocarburos sea para la administración norteamericana impuesta en Bagdad.
Esa función administrativa la realiza una comisión de las Naciones Unidas bajo la cobertura legal de la llamada “Resolución petróleo por alimentos”, por la cual el gobierno anterior comerciaba una cantidad limitada de crudo para pagar deudas y adquirir productos de primera necesidad.