Un precio retorcido para los laboristas quienes, muy escépticos todavía con un primer ministro acorralado por la Justicia por su presunta relación con asuntos de corrupción y soborno -relacionados con la última campaña política proselitista-, dudan si sumarse a un Gobierno de unidad nacional una vez se ponga en marcha la evacuación de Gaza o apoyar la iniciativa desde sus diputados. Shimon Peres, reelegido, y a sus 80 años, hasta el 1 de diciembre de 2005 como líder del Partido Laborista, apuesta -por ahora- por la segunda de las opciones.
Abu Alá calificó como de “buenas noticias” las declaraciones de Sharón. Hamás, la Yihad Islámica, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el FPLP, por considerar que la resistencia puesta en práctica durante décadas habría sido el detonante para el supuesto paso de Sharón.
El 59% de la opinión pública israelí apoya el retiro de Gaza pero que es consciente de que sólo con eso no se conseguirá la paz.
La sombra de la corrupción
Dice un axioma de la ultraderecha israelí que todos aquellos primeros ministros que «entregaron la tierra de Israel» dejaron el poder. Algunos, en féretro, como Yitzhak Rabin. A Sharón lo apoyan las encuestas (el diario Yediot Ahronot daba un apoyo de un 59% frente a un 34%); el Laborismo le tiende la mano, con sus diputados y puede que hasta con ministros si la ultraderecha abandona el Gobierno.
El inmenso costo económico y humano que a Israel le supone ocupar, mantener y defender los asentamientos en Gaza da argumentos a Sharón. Pero, ¿por qué ahora?
La primera explicación es política: abrumado por los graves casos de corrupción, Sharón trata de instalar otro foco de atención. La otra es táctica. Para su concepto de Israel y de un Estado palestino, los asentamientos que cuentan son los de Cisjordania. Una cesión en Gaza le permite no aflojar en Cisjordania, donde el muro se ha convertido en un escándalo indefendible por donde se lo mire.
Triangulación de territorios
Voceros israelíes confirmaron un informe periodístico sobre la intención de Sharón de modificar el trazado de la frontera del Estado hebreo.
La noticia, publicada en el diario israelí Maariv, indicaba que el Primer Ministro analiza la legalidad de un posible intercambio de población a partir de un reajuste territorial.
El objetivo es entregar a los palestinos territorios donde actualmente viven árabes-israelíes, a cambio de porciones de territorio en Cisjordania, donde residen más de 200.000 colonos judíos.
Las autoridades israelíes aclararon que esta medida sólo se produciría como parte de un acuerdo final con la Autoridad Palestina, y debería ser aceptada primero por la población árabe de Israel.
Por otra parte Sharón ganó un voto de confianza en el Parlamento (Kneset) por un solo voto de diferencia, luego de haber planteado la evacuación de 17 asentamientos judíos en la Franja de Gaza, donde viven unos 7.500 colonos en medio de más de un millón de palestinos.