Después de la Guerra del Golfo II

¿Otro Medio Oriente?

Sharón fue entrevistado por un periodista del diario israelí Haaretz, el que promete ser más progresista: El Primer Ministro israelí está en su mejor momento con Bush, mutua estima, cariño recíproco, credibilidad. ¿De qué tendría que preocuparse? El "Mapa de Rutas" no es una trampa. De todas maneras, Arik es especialista en evitar las trampas para que otros caigan en ellas. Sharón ya no es el de antes. Desde la masacre en el hotel de Natania, el Pésaj pasado, respondió con medidas cada vez más fuertes en el campo militar y confrontó, en las internas de su partido, con Bibi con moderación política. Sharón hace la cuenta de los movimientos en el mundo árabe para lograr capacidad nuclear: le preocupa la "bomba islámica", en países como Irán o Libia. O los que "ayudan" al terrorismo palestino. Ya se habla en todo el Mundo de la posibilidad de que se repita en Siria o Libia lo mismo que en Irak. A pesar de ello, en el Medio Oriente comienza otra etapa, una oportunidad entre Israel y los estados árabes, entre nosotros y los palestinos…

Por Mario Faust (Desde Israel)

Sharón sabe que Abú Mazen dice que no es posible vencer a Israel con terrorismo.
Sobre las presuntas presiones de Bush aclara firmemente:
– «Nunca hice ni haré concesiones relacionadas con la seguridad de Israel. Nosotros somos los únicos que decidiremos qué es peligroso para Israel y que no”.
¿Y que hay de Netzarim?
Es un tema delicado. Pero si llegamos al punto de hablar con alguien que entiende que la paz no es terrorismo ni subversión contra Israel, entonces definitivamente diría que tendremos que tomar pasos dolorosos para cada judío y dolorosos para mí.
¿Esa frase sobre «concesiones dolorosas» no es una expresión hueca?
Definitivamente no. Bethlehem, Silo o Beit El son lugares conectados con la historia. Como judío me llena de angustia, pero he decidido hacer todos los esfuerzos posibles para llegar a un acuerdo. Siento que la necesidad racional de un acuerdo está por encima y supera mis sentimientos.
¿Está de acuerdo en la idea de dos estados para dos pueblos?
Creo que eso es lo que pasará. Hay que ser realista. Eventualmente habrá un estado palestino. Pero veo las cosas desde nuestra perspectiva.
No pienso que tenemos que gobernar otro pueblo y dirigir sus vidas. No creo que tengamos la fuerza de hacer eso. Es una pesada carga publica y plantea problemas éticos y financieros.
Aun así, estamos en control de las ciudades palestinas…
Nuestra permanencia en Jenín y Nablus es temporaria. Producto de nuestra necesidad de proteger a nuestros ciudadanos de las actividades terroristas. No es una situación que pueda persistir.

Lo que viene

Sharón está en un momento distendido de su gobierno. La guerra en Irak, en el público israelí, ha sido vista -más allá de los preparativos de seguridad que produjeron angustia en la ciudadanía- como una guerra «buena para los judíos».
Sharón le está diciendo a la población de derecha que no hay que temer al Mapa de Rutas.
La ingenua izquierda israelí, segura de que así (sin turismo, con el high tech en ruinas, y una economía liberal en camino de parecerse a la Argentina) no se aguanta más, cree que Bush y Europa cambiarán el mapa del Medio Oriente para mejor y que obligarán a la derecha a hacer concesiones.
Es extraño, todos se ven venir algo pero nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que se viene.
En mi humilde opinión lo que se viene es… nada. O más terrorismo del Hamas y la Jihad Islámica a la que le importa un bledo todo lo que esta aquí escrito. Más ataques selectivos desde nuestros helicópteros y aviones para asesinar líderes del Hamas en Gaza. Más liderazgo israelí que no está dispuesto a conversar bajo fuego del terrorismo. Más «crecimiento natural» de los asentamientos legales e ilegales. Y más status quo.

Cambiar para que nada cambie

La Guerra en Irak, en definitiva, ¿ha sido “buena” para Israel?: el mapa del Medio Oriente parece tener suficientes tensiones internas entre ambos pueblos (israelí y palestino) como para que el odio, el resentimiento, y la mutua desconfianza estén por encima de los deseos de las superpotencias de que los “chicos” se porten bien y hagan las paces de una buena vez por todas.
Acá, por ahora, no ha cambiado nada.