Presidenciables en la comunidad

El postulante a la presidencia de la Nación Carlos Menem no concurrió a la convocatoria realizada por la D.A.I.A. Sin embargo, decidimos publicar estos dos testimonios para dejar acentado el debate interno que marca las divergencias instaladas en el seno comunitario que, seguramente, no se agotaron en esta instancia.

Familiares y Amigos
de las Víctimas de la Masacre
en la A.M.I.A.:

“No nos vemos representados como judíos cuando la D.A.I.A. se sienta en la mesa con Menem”

Cuando ya pensábamos que nuestra capacidad de asombro e indignación estaba colmada, ya que durante estos años de lucha por la Verdad y la Justicia habíamos visto todo de lo que el ser humano era capaz, los Familiares y Amigos de las Víctimas de la Masacre en la AMIA volvemos a chocar con una realidad que nos dá una bofetada y se burla de nuestro dolor.
El lunes 24 de marzo, efeméride siniestra en nuestra historia, una delegación de la D.A.I.A. encabezada por su presidente, José Hercman, se entrevistó con Carlos Menem para fijar la fecha de una reunión, dentro de una serie de encuentros que esa entidad solicitó tener con los candidatos presidenciales.

Antes de esa fecha la D.A.I.A. tuvo la oportunidad de elegir entre la ética y la dignidad humana por un lado, y el protocolo por otro. Evidentemente eligió el protocolo. A sus dirigentes les decimos en forma muy clara: esa actitud ofende a nuestros muertos.
A pesar de que esa dirigencia comunitaria afirme que en la reunión le reiteró al ex presidente sus duras críticas sobre la investigación, la actuación del Poder Judicial y la participación de funcionarios y miembros de fuerzas de seguridad en la concreción y/o encubrimiento de los atentados, repudiamos esta actitud conciliadora.
Sabemos claramente cómo Menem va a usar esa reunión en beneficio propio y cómo la D.A.I.A. asume una actitud contraria a los deseos de una comunidad a la que dice representar.
Hace ya tiempo que los Familiares estamos en la vereda totalmente opuesta a la D.A.I.A. en lo que se refiere a nuestra visión del comportamiento de esa Institución en su rol de querellante en las investigaciones del Atentado a la A.M.I.A.
Estamos convencidos de que el; objetivo principal de DAIA como querellante es la defensa sistemática y obsesiva del Juez Galeano y de la historia oficial.
Ahora tampoco nos vemos representados como judíos cuando la DAIA se sienta a la mesa con Menem, que nunca se preocupó seriamente por esclarecer los dos actos terroristas más sangrientos que hayan sucedido en nuestro país.

La DAIA nuevamente se apresta a cruzar la plaza para rendir pleitesía, tal como lo hizo en 1997, cuando en ocasión del tercer aniversario de la masacre, se disculpó ante el gobierno por el contenido del discurso “Yo acuso”.

Si la DAIA se empeña en cobijarse al calor del poder, será la segunda vez que cruce la plaza.
Nosotros, los familiares, cruzamos la vereda.

Posición de la D.A.I.A.

La DAIA es la representante política de la comunidad judía argentina, teniendo como objetivo la lucha contra el antisemitismo, la xenofobia y la discriminación, y la defensa de la dignidad judía.
La DAIA no participa en la acción de apoyo o rechazo a ningún candidato que se presente a elecciones, en cualquier ámbito.
Continuando con una actividad que ya se ha convertido en un clásico en la política argentina, hemos convocado en el marco de la DAIA a diversas reuniones con la presencia de candidatos presidenciales que representan un amplio espectro de la oferta política para las elecciones convocadas para el día 27 de abril próximo.
La función de la DAIA implica el permanente análisis de situación para conocer aquellos hechos que puedan afectar a nuestra comunidad y tratar de preservarla de los mismos.
Para ello y en forma permanente realizamos acciones que tienen que ver con nuestro quehacer, y no siempre ellas se desarrollan con aquellos que son nuestros amigos. Es nuestra obligación reunirnos con aquellos que pueden inclusive ser visualizados en posiciones encontradas con las nuestras o representar un riesgo para nuestra comunidad.
Nos reunimos con miembros de los tres poderes del gobierno nacional, los gobiernos provinciales y municipales. Con políticos de prácticamente todas las extracciones. Con representantes de todos los credos, de otras comunidades (como el caso concreto de la comunidad árabe), con distintos factores de poder y con entidades de bien público, oficiales como el INADI o las Defensorías del Pueblo, o privadas como las ONGs con las que mantenemos una estrecha relación y llevamos a cabo una acción conjunta.
En el campo donde ejercemos nuestra acción representativa no existe ninguna duda sobre la legalidad y legitimidad de nuestro mandato comunitario.No todos nuestros actos son necesariamente del agrado de cada uno de nuestros representados. Lo que podemos afirmar en forma contundente es que todas y cada una de nuestras acciones son analizadas en profundidad y llevadas a cabo de buena fe, en salvaguarda de los intereses superiores de nuestros mandantes, la comunidad judía.
Lamentablemente, hay quienes que estando legítimamente en desacuerdo con nuestro accionar, utilizan la ofensa, el golpe bajo y la intención de debilitar nuestra representatividad por vías mediáticas, expresándose desde su dolor, que respetamos y hacemos nuestro, pretendiendo ejercer el monopolio de la ética y de las decisiones en materia de política comunitaria.
La DAIA está decidida a seguir luchando para obtener el esclarecimiento total y el castigo a todos los responsables de la masacre del 18 de julio de 1994, que nuestros mártires y la comunidad judía merecen. No cejamos, ni cejaremos en nuestra acción, defendemos la investigación, la búsqueda de la verdad y la justicia, no somos protectores de ningún funcionario, sea o no del ámbito judicial.
Cumpliendo con nuestra función de querellantes, ejercemos nuestra acción todos los días y a cada hora, apoyando lo correcto, que lo hay y mucho, y rechazando lo que no lo es, que también lo hay y también es mucho. En este sentido, y con referencia a la resolución del juez Galeano sobre la conexión internacional, afirmamos que la sólida evidencia acumulada sobre las responsabilidades del gobierno de Irán y de la organización terrorista Hezbollah debieron verse reflejadas en imputaciones concretas y en los pedidos de captura correspondientes. Impulsaremos la adopción por parte del magistrado de aquellas disposiciones que no incluyó en la resolución dictada.