A escasos días de realizarse los comicios electorales en Israel (el próximo 28 de enero), Sharón, sus hijos Omri y Guilad y su partido, el Likud, esatán en la mira de la justicia por estar sospechados de haber incurrido en delitos de corrupción y fraude a raíz de la financiación de la campaña electoral de 1999.
El periódico israelí Haaretz informó que el fiscal general solicitó al Ministerio de Justicia de Sudáfrica que investigue cómo y por qué Guilad Sharón recibió un millón y medio de dólares de un ciudadano sudafricano como garante de un préstamo que se habría destinado a pagar honorarios profesionales a través de una compañía ficticia de la que Sharón recibió «contribuciones» ilegales durante su campaña.
El escándalo se suma a otro referido a la habitual compra de votos y a otro de infiltración de ex convictos en el Likud durante las elecciones internas del 8 de diciembre.
